Mutantes: El Comienzo de una Nueva Era.

Capítulo 7: Aires de Libertad

<><> Pov Ulysses <><>

-¿Qué pasa? ¿Quiénes son ellos? ¿Qué hacemos aquí?-

El hombre que me traía sujetado me ha dejado en esta habitación junto con todos los demás chicos, antes de que cerrara la puerta alcancé a escuchar lo que parecía un grito del chico que dejaron en esa otra habitación, como que decía 'mamá'.

—Karen, hermanita, dime que no te han hecho nada.— escucho hablar a la chica de cabello rojo con la chica de cabello azul.

—Además de pintarnos el cabello, nada más.— le contesta con una lágrima en su mejilla y un pequeño gesto de felicidad. Luego ambas chicas se abrazan.

La chica de anteojos se recoje en una esquina y se suelta en llanto. La chica rubia se arrecuesta en la pared y yo solo la miro.

—Debemos salir de aquí. Debemos irnos.— dice.

—¿Y cómo se supone que haremos eso?— pregunta la joven de ojos azules.

—¿Y ahora quieres que confiemos en tí? Luego de haber estado con ellos, de su lado.— ahora habla la que supongo es su hermana.

—No tengo porque dar explicaciones. Si quieren ser ratas de laboratorio, bien por ustedes. Yo buscaré manera de irme.—

—Yo quiero ir contigo. Por favor, no me dejes.— dice la chica de lentes con su voz un poco entre cortada.

—Entonces, ¿estás conmigo, Alice?— pregunta Emma, recuerdo su nombre porque cuando despertó lo dejó bien en claro y también recalcó que era la hija del tipo malo.

—Sí.— contesta con firmeza.

Luego, a lo lejos, se escucha un disparo seguido de un grito.

—¡Mamá!— es lo que dice un grito ahogado en la otra habitación.

—¿Qué sucede?— pregunto.

—Es parte de su plan, de seguro ya le disparo a la madre Connor para que volara a por ella mientras caía para que los demás, locos científicos, quieran comprarlo.— al parecer Emma sabe todo.

—Para ¿comprarlo?— pregunta Karen.

—Ellos querían una prueba y él se las está dando, quiere que ellos sepan que tenemos los dones de los que habló. Así ellos tendrán mayor interés en nosotros y pagarán más. Aunque a él le da igual lo que paguen, él ya sabe que ganará más de lo que ellos creen, aparte de obtener el dinero de nuestra venta, seguirá creando la cantidad de mutantes que quiera porque ya tiene en su poder nuestro ADN, y también lo podrá modificar a su antojo para que nuevos mutantes tengan habilidades distintas.— y así confirmo que si lo sabe todo.

—¿Eso quiere decir que si conseguimos escapar aún debemos encontrar nuestras muestras para que no siga creando más cosas como nosotros?— pregunta Kate, acabo de recordar su nombre porque cuando el hombre que extrajo nuestro ADN se acercó a Karen, Kate empezó a gritar y a enojarse para que la soltaran y Emma la llamó por su nombre con la intención de calmarla.

De un momento a otro la puerta se abre con fuerza y, un hombre al cual le reconozco la cara más no sé su nombre, entra empujando al tal Connor el cual trae su rostro empapado en lágrimas y un poco de sangre en sus manos.

—Charlie, por favor, déjanos ir, o por lo menos a mí.— dice esa última frase en un susurro para que solo él le alcancé a oir, pero yo estoy muy cerca de ellos y también la escucho.

—Ustedes son las siguientes.— dice señalando a Karen y Kate e ignorando a Emma, sale y pega la puerta.

—¿Qué te sucedió? ¿Por qué estás así?— pregunta la chica de anteojos, Alice.

—¿Ella está bien? ¿Tu mamá está bien?— interroga Emma, él solo asiente con la mirada perdida. —Debemos buscar manera de hacer algo ahora que estamos todos juntos antes de que él vuelva.— dice para luego empezar rápidamente a mover unas cajas que se encuentran en la parte posterior de la habitación.

—¿Y crees que tengamos tiempo de 'hacer algo'?— pregunto un poco confundido -¿qué piensa hacer?-.

—¡Ayuden!— Kate, Karen y yo nos acercamos y empezamos a mover cajas. Alice se encuentra consolando a Connor. —Se tardarán poco tiempo, él debe platicar con ellos para saber quién es el mejor postor para luego mostrarlas a ustedes. Algunas habilidades se consideran mejores que otras. Espero ese tiempo sea el suficiente para nosotros
escapar.—

—¿Qué buscamos?— pregunta Karen. De inmediato los ojos de Emma se iluminan al ver una rejilla que se encontraba obstaculizada por las cajas.

—Eso.— contesta al señalar la rejilla. Me adelanto y hago el intento de abrirla pero está atornillada.

—¿Y cómo se supone que la abriremos?— pregunta Kate.

—Con esto.— dice mientras saca un cuchillo de alguna parte de su jean y empieza a desatornillar la rejilla.

—¿Por qué cuando me enojé al momento en que le sacarían la muestra de Karen no pude hacer fuego o llamas?— pregunta Kate confundida.

—Por eso.— Emma se da vuelta y señala una especie de brazalete en el pie de Kate, y veo que todos -a excepción de Connor- tenemos uno en nuestro tobillo, hasta ella. —Eso genera ondas que se dirigen al cuerpo y hace que nuestros genes mutantes no cumplan ninguna función en nuestro organismo, es como si estuvieran dormidos.— termina de explicar.

—¿Y cómo nos quitamos esto?— pregunta Karen.

—Bueno, es que...— la voz de la rubia es interrumpida por el sonido que hace la puerta al moverse la perilla, todos nos inmovilizamos.

—Yo tengo otra oferta. Una mucho mejor.— se escucha una voz a lo lejos que hace que el sonido de la puerta se detenga.

—Charlie, ven y escuchemos esto.— se escuchan los pasos de alguien que se aleja -creo que ya no tenemos mucho tiempo-.

—¡Listo!— dice Emma casi gritando de la emoción. Quita la rejilla con cuidado y la aleja de la pared. —¡Entren!—

—¿A dónde nos llevará eso?— pregunta Connor, el cual por fin habla. Ha de haberlo pasado muy mal allá afuera. Kate y Karen se acercan pero yo les hago seña con la mano para que se detengan a esperar la respuesta de Emma.

—Ese camino nos sacará de aquí.— responde con firmeza.

—Entonces ve tú adelante.— digo mientras la reto con la mirada.

—Con gusto.— dice, pero es detenida por la voz de Connor.

—¿Y mi mamá?— pregunta preocupado.

—Luego vendremos por ella. Ahora salgamos de aquí, es ahora o nunca.— responde mientras se adentra en el ducto seguida de las hermanas.

Connor está un poco destruido, él solo asiente y hace el intento de entrar. Es un poco complicado para él poder entrar por sus alas pero lo logra. Luego entra Alice y por último yo.

—Debemos apresurarnos.— digo un poco nervioso -ya casi salimos, ya casi estamos libres-.