•||Capitulo Dos||•

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-¡Hoy es el día!- Grito el tricolor a los asistentes y sirvientas las cuales se encontraban limpiando y ordenando la casa y la sala de juntas, el pequeño país se encontraba de un lado a otro ordenando papeles y acomodándose su corbata.

- Buenos días México - Saludo el presidente entrando tranquilamente a la sala oficial de juntas en la casa presidencial - Se nota que estás nervioso, nuestro invitado llega hoy a las 2 pm- El tricolor paro su caminar, miro el reloj, eran las 7 am y el ya estaba listo.

-¡Agh! ¡Maldita sea! - Se maldijo así mismo ya que tenía razón, estaba nervioso, por una inexplicable razón estaba nervioso, no sabía por qué pero quería dar una muy buena impresión.

- Leí por hay que es tradición entregar flores en número impar - Le entrego un pequeño ramo de tres dalias al mexicano - Se las das a Rusia llegando, son representativas de nuestras tierras.

El tricolor se sonrojo levemente, se puso inexplicable mente nervioso - ¿Y-Yo?, ¿Por qué yo wey? - Pregunto con nerviosismo, el contrario solo sonrió ya que el mexicano tenía la respuesta - Se que soy un país como el, pero el es una madresota.

El país de baja estatura comenzaría a discutir con su presidente y convencerlo de no hacer tal cosa, mientras tanto en otro lugar, para ser más específico en un avión en camino a los territorios mexicanos un gran país junto a su presidente se encontraban hablando.

-¿No crees que son muchos obsequios?- Pregunto el presidente al ruso, ya días antes de venir había empacado una maleta llena de regalos para el mexicano, el ruso lo miro y negó.

-No son demasiados para el, solo es por agradecimiento al invitarnos a sus tierras- Se rasco la nuca, suspiro para ver una foto la cual se le notaban los años que tenía.

-¿Es el?- Volvió a preguntar al ver la foto, la cual en ella se encontraba el mexicano con su traje de piloto y el pequeño Rusia, el contrario sonrió y asintió, era un pequeño recuerdo de la segunda guerra mundial, la tomaron cuando ganaron, en ese momento sintieron como el avión aterrizó y al poco rato se paró por completo, el piloto salió de su cabina avisando a los presentes.

- Señores ya llegamos a territorios mexicanos....




"Señor México, quiero que se case conmigo.... Lo amo.."

Lo que el tiempo no puede borrar. [RusMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora