•|| Capitulo Seis ||•

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Cayó la noche en la ciudad y hacía frío pero no era algo que el ruso se quejara, de hecho para el era cálido - Que agusto se está aquí - Dijo al tricolor mientras caminaban por los pasillos del hogar presidencial mexicano, tal parecía que el más bajo les insistió en quedarse a dormir, lo cual sus visitas aceptaron con gusto.

- Por aquí esta la habitación donde dormirá el presidente - Abrió un gran cuarto una de las sirvientas que venían con ellos, la sirvienta entro a enseñarle su habitación al nombrado.

- Hey, Rusia, acompáñame yo te mostraré tu cuarto - Le dedicó una sonrisa, el soviético se despidió y prosiguió a seguir al más bajó, caminaron por un buen rato hasta llegar frente de una gran puerta de un brillante color plateado - Está es tu habitación, siéntete como en tu casa - Luego de eso el tricolor abrió las puertas mostrando así un gran cuarto, las paredes tenían un hermosos color azúl cielo que resaltaban con el café de los muebles, eso maravillo al más alto, la cama era bastante grande y se notaba que era muy cómoda, había un gran mueble dónde estaba la televisión junto a unos jarrones con hermosas flores que el soviético no lograba identificar.

- Cualquier cosa mi habitación es la de a lado - Sonrió para despedirse e irse a su cuarto, el ruso quedó solo en aquella habitación aún que, sorprendentemente estaba cómodo y feliz, comenzó a acomodar su ropa en los cajones, dejo la maleta dónde traía los obsequios del latino en una esquina, estaba seguro que mañana se los iba a dar, después del paseo que el mexicano estaba ansioso de dar.

Rio a lo bajó para acostarse en su cama, no podía sacarse al pequeño país de su cabeza, era tan chiquito a comparación de la gran potencia que tenía de visita.

El traje que llevaba hoy el latino le quedaba tan bien, estaba perfectamente hecho a su medida, se le remarcaba bien su cintura y su complexión delgada, claro usaba unos zapatos de vestir que traían algo de tacón para simular que era un poco más alto.

- Cuando era niño te recordaba más alto Мексика - Se dijo para si mismo, quien diría que el tiempo no podía borrar el gran amor que el soviético le tenía al tricolor, sonrió en sus adentros para recostarse y cerrar los ojos.

Mientras tanto el pequeño país se encontraba regando sus flores que se encontraban en su cuarto, las regaba por la noche ya que hacía frío y según el les venía bien siempre regarlas de noche, después de un rato terminó, cuando quiso dejar la botella en su lugar un terrible dolor se presentó en su torso y sus brazos, era tanto el sufrimiento que tiro la botella de agua al suelo, cayó de rodillas abrazándose el mismos, de repente aquel líquido obscuro se presentó saliendo de su boca como finos hilos de saliva negra, para luego dar paso a un gran desastre, mancho todo el suelo de aquel líquido - Agh!... M-Mierda - Se quejó ante tal dolor, sentía como si lo apuñalaran 100 veces en todo su torso.

Más tarde el tricolor se curaba las nuevas heridas que se presentaron en su torso y brazos, a este paso parecería momia, rio ante aquel pensamiento, a pesar que le iba tan mal se mantenía positivo, por el, por su gente y su familia, odiaba que lo vieran tan débil y sintieran lastima por el, en ese momento la asistente entro a la habitación encontrándose con la horrible escena, fue rápidamente a ayudar al latino llamando así a dos sirvientas para que limpiaran.

- Señor México, ¿Seguro que está bien? - Dijo con preocupación al ver que les ayudaba a las sirvientas a limpiar aquel desorden - Debe acostarse y descansar - El contrario paro de trapear y miro a su asistente con una cálida sonrisa.


- Tranquila, estoy bien....











"- No mames USA deja de estar de joto.... No wey, no por estar solos nos besaremos y si alguien nos ve..... Está bien na más uno y ya, ¿Está bien?..."

Lo que el tiempo no puede borrar. [RusMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora