•||Capitulo Nueve•||

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El camino era largó pero no incómodo, los dos países se encontraban platicando y riendo, sobre todo el latino ya que a pesar de estarse divirtiendo el dolor seguía presente.

- Bueno, Мексика, quería preguntarte una cosa - Puso un semblante serio aún que por dentro se sentía nervioso de que se enojará el contrario - Esté... ¿Por qué rompieron tu y Usa? - Se sentía nervioso, no sabía que respondería, observó como el pequeño país cambio su expresión de una feliz a una sería lo cual asustó al más grande.

- Bueno... Digamos que es un pendejo y que hasta ahorita me di cuenta - Respondió para después sonreír, no le gustaba hablar de aquel tema, era una relación sumamente tóxica y le provocó muchas cicatrices en su cuerpo.

- Señores, ya llegamos - Aviso el chófer de la llegada, el ruso voltearia a ver por la ventana para ver qué efectivamente había bastante gente, volteo a ver de nuevo al tricolor el cual estaba sacando algo de su bolsa.

- No te quiero perder Rusia - De la bolsa de su pantalón sacó un listón no tan largo de color rojo, amarro un extremo en la muñeca del soviético y el otro extremo en su muñeca, el más alto se quedó un rato viendo el listón para después tener un leve sonrojo en sus mejillas, volteo rápidamente a otro lado para que el latino no se diera cuenta.

- Vamos - Jalo al ruso para salir del auto, ya afuera el más alto no podía apartar la vista de aquel listón, en el momento en que salieron la gente hay presente los voltearon a ver, unos cuantos eran turistas y otros la misma gente de México, en cuánto vieron a los dos países abrieron caminó para que pasarán, el tricolor agradeció y empezó a caminar.

[2 Horas después]



El soviético estaba fascinado por la historia de aquel lugar, observaba cada objeto con sumo cuidado, mientras el país con escudo atendía a las personas que le pedían fotos, el soviético al notarlo sonrió, no había conocido a un país que se dejara tomar fotos o se pusiera a interactuar con su gente, incluso el no era así, terminando aquel recorrido el tricolor le invito a comer.

- Te daré a probar los famosos tacos y no son como la mamada de USA, son mejores - Sonrió para jalar al contrario a un puesto de tacos, el pequeño país hizo el pedido de ambos, al poco rato le trajeron su comida.

- Se ven curiosos - Expresó con curiosidad al ver uno de los tacos que era de tripa, volteo a ver al latino y veía que le ponía un ramo líquido verde a todo el taco para después comerlo con una cara de satisfacción, el ruso quería intentarlo, agarro la cuchara de aquella sustancia y le hecho una pequeña cantidad a su taco, al ver aquello el mexicano paro de comer para observar al soviético con una sonrisa.

Dió una mordida....

Mastico...

Mastico...

Y tragó...

- Rusia...Creo que no debiste - Se intentaba aguantar la risa a causa de la cara del soviético, los colores que le acompañaban su rostro se volvieron totalmente rojos, comenzó a sudar y a respirar más rápido, el latino no aguanto más y se hecho a reír, uno de los países que más imponía por su estatura y su frialdad ahora se estaba muriendo a causa del picante de aquella salsa verde que comió sin previo aviso del mexicano.



[3 horas después]


Los dos países ya se encontraban en casa, para ser más preciosos en la cocina, el soviético no paraba de beber leche, mientras el pequeño país con escudo lo observaba con una sonrisa malévola.

- Supuse que ya sabías que soy el único país que come tantas cantidades de chile - Dijo entre risas mientras observaba al contrario quien seguía enchilado.

- N-no siento la lengua...- Solo pudo decir eso antes de seguir tomando otro litro de leche.







Se tomó aproximadamente 9 litros de leche para que se le pasará.

Y si la salsa tenía habanero, chile de árbol y jalapeño.

Lo que el tiempo no puede borrar. [RusMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora