Capítulo 1: sᴡᴇᴇᴛ ᴍᴇᴍᴏʀʏ

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💫Esta historia empieza justo después de la pelea entre Caesar y Wamuu💫

La batalla con Wamuu lo había dejado exhausto y, para colmo, había quedado atrapado bajo una roca jodidamente pesada que le había aplastado las piernas por completo.

Caesar perdía sangre a un ritmo demasiado elevado. No sabía cómo podía seguir vivo en aquella situación, pero, de hecho, lo estaba. Pese a ello, él era consciente de que no podría aguantar mucho más, estaba a punto de caer inconsciente o incluso muerto.

Lo curioso es que, en vez de alterarse y sucumbir ante el pánico, empezó a recordar con dulzura las dos últimas semanas que había vivido: las había pasado junto a
su amigo Joseph, con quien se había vuelto inseparable.

Pensaba y pensaba, y cuanto más lo hacía más se daba cuenta de que probablemente nunca más lo volvería a ver.

El hecho de alejarse de él le horrorizaba, había desencadenado una cierta dependencia emocional hacia el chico británico que podría llegar a considerarse un tanto tóxica.

Sin embargo, en aquel momento, un sentimiento extrañamente agradable recorrió su ensangrentado cuerpo: una vez más, el recuerdo de aquella noche invadía su cabeza, acaparando toda la atención y despejando su mente de cualquier pensamiento alterno.

Fue una noche realmente fantástica, digna de recordar: Caesar y Joseph habían decidido beber un poco para celebrar sus notorios avances en el Hamon y su duro entrenamiento. El caso es que, aquel encuentro acabó siendo una fiesta bastante subida de tono en la que por fin salió a la luz la creciente atracción mutua que sentían los dos hombres.

Fue en ese momento en que los dos jóvenes se miraron con lujuria y expresión jadeante por la cantidad de alcohol y tensión sexual que habían acumulado. Fue en ese instante en que los dos unieron sus labios, en un desesperado intento de generar el contacto que tanto habían deseado desde el primer día en que se conocieron.

Joseph recorrió con sus gruesas manos y labios cada centímetro de Caesar sin pudor alguno, y el italiano, deseó el cuerpo y el amor de Joseph como nunca había deseado nada ni a nadie.

Caesar se aferraba a ese delicioso recuerdo para mantenerse despierto bajo la inmensa roca que lo aplastaba, pero cada vez resultaba más complicado. Su vista cedía poco a poco al igual que los otros cuatro sentidos restantes.

En ningún momento dejó de pensar en él: en sus grandes manos acariciando cada rincón de su cuerpo; en sus labios susurrando palabras de amor y dejando un rastro de besos que iban del cuello hasta el pecho; en su acento inglés que, por cierto, Caesar consideraba muy sexy; en su risa y en sus estúpidas bromas y estrategias para ganar las peleas...

De repente, escuchó como alguien gritaba su nombre con cierta desesperación y, aún a punto de morir, reconoció aquella voz grave que tanto adoraba llamándolo al borde del llanto, era Joseph.

Intentó responderle con todas sus fuerzas, pero lo único que consiguió articular fue un susurro casi inaudible, un susurro que confirmó el desastroso estado en que se encontraba. Unos segundos más tarde, sus ojos decidieron cerrarse definitivamente contra su voluntad.

Por otro lado, un exasperado Joseph llamaba a su amigo y amante, revolviendo los escombros de la mansión, ignorando por completo las heridas que estos causaban en sus manos, obteniendo como respuesta un silencio desgarrador que reafirmaba uno de sus mayores temores.

El río de sangre que provenía de debajo de la roca y la burbuja de Hamon fueron la prueba definitiva: Caesar había muerto.

O eso creyó Joseph en aquel momento...

ʟᴏᴠᴇ ᴛᴇɴᴅᴇɴᴄʏ ♡; 《caejose》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora