Empezaba una mañana aparentemente tranquila en Hogwart.
Helen miraba a su alrededor aún tumbada en su cama, la adoraba; ese dosel de madera vieja con sus cortinillas rodeándola, las sábanas que le enviaba de vez en cuando su abuela todavía mantenían algo de olor de su suavizante, tenía el suficiente espacio para ella y su crup, y sus alfombras desgastadas y algo ásperas a sus pies. Los ventanales de su habitación compartida no estaban tapadas del todo y se podía notar que ya había amanecido, ella siempre se embobaba contemplando como la luz inundaba la sala con suavidad, daba una sensación que quería que durase para siempre. Tenía suerte de estar por fin en una de las zonas con vistas hacía fuera y no como si viviese amurallada abajo del todo como los de primero y segundo año.
Al escuchar como sus compañeras empezaban a levantarse para ir haciendo sus rutinas de mañana, se animó a incorporarse por fin. Apoyó sus pies descalzos en su alfombra con la que a veces jugueteaba por aburrimiento, le gustaba el tacto directo con el suelo de madera y con el cambio de texturas. Dió unos pasitos hasta el baúl a los pies de su cama para coger su uniforme de Slytherin y se cambió allí mismo libremente de espaldas al centro de la habitación. Cogió su túnica colgada de una percha a lo alto de su estantería, y el par de libros y la libreta que necesitaría esta mañana.
Caminaba ansiosa a través de los pasillos, tenía ganas de hacer el primer encuentro mañanero con sus mejores amigas en el baño común femenino. También podía ser porque parecía que se había aguantado las ganas de mear por días.
-¡Eh, pasarme papel! -Gritó con energía Susana encerrada en uno de los cubículos.
Laura, con su alegre espíritu de Hufflepuff siempre dispuesta a ayudar le pasó el rollo de papel del cubículo de al lado. Mientras cada una se ocupaba de lo suyo, hablando de temas banales y algún que otro drama, llegaba la hora de espabilarse e irse a desayunar algo rápidamente. Vió como Noona terminaba de ponerse su tinte labial rojo, Susi se daba volumen a su increíble pelo rizado hasta que recordó que no quería volver a llegar tarde y con un neutral "Amos" les recordó que las calles estaban puestas desde hace ya rato.
El día transcurría con extraña normalidad, hasta el clima se puso de acuerdo para dejar una mañana agradable. Era uno de esos días que no sabías si ya tocaba primavera o seguíamos en invierno.
Helen se encontraba al final de la clase de herbología, esta sería su última hora lectiva cosa que agradecía porque tenía ganas de tener un día para desconectar por horas.
Se quedó un rato con sus compañeros y amigos todavía dentro del invernadero. Noona, como la clase había acabado entró y aprovechó que tenía hora libre para ir a ver a sus amigos de otros cursos, no paraba de reclamar algo de acción porque decía que estos días se le estaban haciendo demasiado largos para tratarse de Hogwart y Nam y su rectitud no le iban a cambiar de parecer.
-No puede ser, vamos a hacer algo. -Dijo Noona con un brillo en los ojos algo sospechoso.
-A ver, que quieres que hagamos, estoy empachada ya del pastel de zanahoria de la señora Rosmerta. -Contestó Rebeca mientras se recolocaba sus gafas, no era culpa suya inspirar ganas de ser alimentada.
-Siempre hacemos lo mismo. -Yuri no solía opinar mucho porque se adaptaba a todo pero tenía toda la razón.
-Podríamos ir a la cabaña de Hagrid para ayud...
-Bueno, entonces qué hacemos. -Interrumpieron a Helen por ahí. Los favores de Hagrid no eran para todos los públicos y no todos estaban dispuestos a volver al castillo con una extremidad menos, no después de la invasión de babosas carnívoras.
-Pos cuando estaba en mi pueblo la gente plantaba maría, y ni tan mal. Te descuidas y haces negocio. -Soltó Noona como quien no quiere la cosa.
-¡Pero cómo vamos a hacer eso! -Dijo un Hoseok con los ojos saliéndose de las órbitas. Ya se había emocionado con sacar su kit de jardinería y su libreta de apuntes.
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POLLIRETOS; one shots (+18) (o no)
FanfictionPara todos los kinks, especies y colores, @pollicuarentena