"Creo que este es el último sueño que tendré" me dije a mi misma, pues ya no quiero que mi mente me engañe con cosas buenas o malas, esta vez quiero ser yo quien elija que ocurrirá. Sé que no todos los sueños han sido malos, pero si muchas situaciones en el transcurso del verano, la única diferencia es que los sueños no son reales, sin embargo, todo lo que me había ocurrido si lo era.
Los sueños son el reflejo de los episodios que vivimos día a día, pero al fin y al cabo, no están ocurriendo, son producto de mi imaginación.
No mentiré, mi cuerpo, mi alma, mi cabeza y sobre todo mi corazón, ya no eran los mismos. Me duele pensar el que no podré recuperarlos o que vuelvan a ser como eran antes, pero nada evita que pueda hacer un esfuerzo para que regresen a mi, a Victoria Rivera Falls. Así que aquí vamos.
"Era de noche. Una hermosa noche estrellada. Las constelaciones eran visibles con facilidad.
Yo iba a su lado en el asiento del copiloto mientras observaba el cielo por la ventana. Me había dicho a donde me estaba llevando, pero yo no conocía el lugar, solo quería contar con su presencia.
Estacionó el auto y me dio un delicado beso en la mejilla. Ambos salimos y comenzamos a caminar.
Un bello camino se abría paso entre las antiguas y coloridas casas. Tomó mi mano y me dijo:
-¿Cómo describirías este momento en un libro?
-¿Quieres que lo haga?
-Nada me haría más feliz que eso.
-Bien. Comencé. ¨El ir de la mano de la persona que quieres es una sensación excitante. El camino era de piedras grandes, tan irregulares que debíamos andar con cuidado para evitar caer, pero no importaba, porque la vista era preciosa. Aquel cerro poblado daba la impresión de caminar en otra época. Tiró de mi cintura y nos sentamos al filo del camino en una vereda alta. Las personas pasaban a nuestro lado, ignorándonos por completo y eso era lo más bonito. A pesar de haber mucha gente, estábamos solos en el mundo, observando los colores de las casas. Casas azules, rosadas, naranjas, verdes etc. Pero era la fachada la que llamaba la atención, las rejas y las flores que las adornaban. Que perfecto era todo hasta el momento¨
Nos pusimos de pie y continuamos la caminata. Perdiéndonos en el momento.
-¿Alguna vez has sentido que debes cometer una locura? Pregunté mirando el cielo.
-He cometido muchas.
-¿Y te han gustado?
-No me arrepiento de una sola.
Quizás era lo que necesitaba para dar la vuelta a la página, algo que me motivara a seguir adelante, no podía evitar pensar que en 18 años de mi vida, había vivido tanto pero a la vez tan poco.
-Acompáñame a cometer mi primer locura. Le dije entusiasmada. Lo tomé de la mano y lo llevé hasta el final del camino.
-¿Qué quieres hacer?
-Mi cuerpo fue marcado por algo que no quería, dejando una cicatriz que odiaré por siempre ¿Qué tal si dejo una marca que me guste y cubra aquello que me recuerda desgracias?
- ¿A caso quieres...?
-Si. Dije con firmeza. Y como esto es un sueño, puedo hacer lo que yo quiera.
Fuimos hasta el auto de prisa y condujo hasta un callejón poco iluminado, frente a una tienda peculiar con luces violetas y blancas y dibujos extraños pegados en las paredes. Empujamos la puerta y una campanita indicó nuestra entrada. Hablé con el que parecía ser el dueño mientras mi acompañante me esperaba sentado en un sillón pegado a la pared.
En el transcurso tiempo, observé la luz del techo, escuchando la canción "show me the way – Peter Frampton". La situación me traía tantos recuerdos. Me relajé mientras estaba recostada y cerré los ojos permitiendo que el tiempo pase.
-Déjame ver. Me dijo levantándose del sillón.
Bajé con cuidado el cuello de mi camiseta, entre la clavícula y el hombro.
-Es precioso. Aclaró.
-No tienes idea de lo mucho que me gustó.
La tinta impregnada en mi piel mostraba la imagen de la constelación de mi signo zodiacal "Escorpio".
Pequeños puntos delicados junto a algunas estrellas sencillas daban forma a un patrón perfecto que me representaba en totalidad.
Esto es lo que soy: Inteligente, apasionada, poderosa, emocional y tenaz. Sinceramente no lo cambiaría por nada del mundo.
Pero... Algo está mal. ¿Por qué si conozco todo lo que soy, continúo sintiéndome de esta forma?
Plasmé en mi cuerpo algo para recordarme mi valor, mi fuerza y mi capacidad, pero tanto es el daño que no puedo esconderlo tan fácilmente. Tal vez este sea mi sueño, pero, nunca volveré a ser Victoria".
Desvanecí los pensamientos que había convertido en sueños, y regresé a la realidad, a las tinieblas, a mis penas, mientras la luz del techo hipnotizaba mis ojos una vez más.
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Enséñame cómo
RomanceVictoria es una chica que tras el divorcio de sus padres experimenta situaciones atroces, sin embargo tras mudarse con su madre al otro extremo de la ciudad, las cosas parecen cambiar para ella, sin saber que vivirá episodios que podrían cambiar su...