cinq

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𝓷 𝓮 𝓻 𝓿 𝓲 𝓸 𝓼

𝓷  𝓮  𝓻  𝓿  𝓲  𝓸  𝓼

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nuestros pasos eran lo único que se escuchaba mientras íbamos de camino hacia mi casa, sinceramente no me había pasado por la mente el que auron nos dejara irnos juntos a estas horas de la noche, pues se pone muy celoso cuando interacciono con gente que no sea él, pero de ahí a lo que hizo, estaba claro que no lo dejaría volver a acercarse a mi en un tiempo.

(...)

-ay, fargan

auron aprovechó el momento de mi timidez abrazándome por los hombros y dirigirme hacia él, yo seguía con la cara similar a un tomate.

-llegaste en el mejor momento

-a-ah, ¿si?

me causaba demasiada ternura que sus orejas siguieran rojas a pesar del frío que había en el ambiente, lo hacía notar que estaba nervioso, igual que yo.

-si, porque yo tenía que hacer algo ahora

tensé mi mandíbula un poco enojado, mentira tras mentira salían de sus labios, por una parte se lo agradecería, pero por la otra lo quería moler a golpes.

-y alex no sabe irse solo

pero qué mentira, chaval.

-serás gilipollas

susurré aún más cabreado que antes mientras le pisaba el pie con fuerza, él ahogó un gemido de dolor con su sonrisa encantadora.

me empujó hacia el amor de mi vida bruscamente, y cuando chocamos frentes, auron nos ayudó a tomarnos la mano agarrando estas para que se entrelazasen, y en cuanto lo logró, se fue corriendo hacia la dirección contraria a su casa.

y es que en definitiva, mañana me lo cago a piñas.

(...)

-¿de verdad no sabes irte solo? -como si de un caramelo se tratase, fargan endulzó aquel silencio con su voz tímida.

era bastante obvio que sí sabía irme a mi casa, pero tampoco le iba a decir la verdad, pues no quería que supiera que le mentí para que tuviese que hacer de su camino más largo.

-s-si, pero por la noche me da miedo -me animé a inventar una excusa bastante creíble.

mientras caminábamos por mi enorme colina para llegar a mi casa, pude ver que la de auron se encontraba abierta por él mismo mientras miraba sus alrededores, y hasta podría jugar que estaba en la puerta con un pulgar elevado en el aire, pero quise pensar que fue fruto de mi imaginación.

-creo que no te lo he dicho, pero ayer te vi

mis dedos, quienes tenían mis llaves para poder abrir la puerta de mi hogar, comenzaron a temblar haciendo sonar estas últimas, pues no tenía planeado de que sacara el tema hoy, y justo cuando estábamos solos.

-¿si? -comencé a reír, supongo que por los nervios, y me limité a mirar hacia la dirección contraria de donde se encontraba. -no fue uno de mis mejores espectáculos, ojalá hubieras visto uno de calidad -intenté sonar lo más normal posible mientras intentaba que la llave entrara a la cerradura a como de lugar, pero pareciera que la primera era más grande que la última.

-¿como uno privado? -mis ganas de escapar comenzaron a abundar tras aquellas palabras que no me esperaba, por lo que no medí mi fuerza. -alex, rompiste la llave...

no me quería dar la vuelta a pesar de lo que acababa de hacer, no me atrevía a verle la cara luego de lo que preguntó, estaba completamente avergonzado de mi.

-¿alexby?

¿ahora qué va pensar de mi luego de que sabe lo de los privados?, seguro que auron se lo dijo, nunca más le vuelvo a mostrar mis pasos de baile al calvo tóxico, y yo que le tenía tanta confianza.

-alexby...

¿y si me vino a buscar para decirme que ya no quería ser mi amigo nunca más?, si ya me dolía que no fuese mi novio, no me imagino como ha de ser mi vida de mierda luego de no tener ningún tipo de relación con él.

-alex -sentí sus manos apretar mis brazos para hacerme girar y verle sus hermosos ojos, y en cuanto me alzó una ceja en busca de palabras, sentí como me derretía. -¿estás bien?

alex, cálmate.

-s-si -me rasqué la nuca mientras buscaba algo con que dirigir mi vista que no sea su cara, para que no fuese muy obvio lo mucho que me dejaba embobado.

comenzó a caminar hacia mi puerta para ver la parte de mi llave que se quedó estancada en la cerradura, quería morir por lo estúpido que me ponía con él, pero me era involuntario. -creo que hoy no podrás pasar la noche en tu casa

nuestras miradas conectaron luego de aquellas palabras, yo no sabía donde mierda dormir estas pocas horas que me quedaban para volver a mi trabajo, y el que me viesen dormir en una de las camas gratis del pueblo no hablaba muy bien de mi, por lo que tenía que pensar en una idea, y rápido.

-¿y si te quedas en m-

-¡ya sé! -chasqueé los dedos sin dejar que terminase la frase y saqué mi celular de la mochila que siempre llevaba conmigo, para llamar al único chico que me podía brindar su casa sin peros ni condiciones.

bueno, tal vez me pida que sea su esclavo por una semana, pero algo es algo.

llamé durante cinco minutos seguidos a mi amigo protector, pero al ver que no contestaba, fruncí el ceño sin creer en mi mala suerte, pues auron vivía pegado a su teléfono nada más llegar a su casa, así que le envié un mensaje para darme cuenta si era algo de la señal o simplemente no me quería interrumpir con fargan.

auronpleis

en mi casa no eres bienvenido,
anda a la de fargan, caramerluza.

suspiré pesadamente mientras veía al pelinegro de mis sueños mirar cada extremo y ventana de mi casa, para ver si en esta se encontraba una puerta secreta o algo en donde pudiese ingresar sin la llave, cosa que si había, pero prefería preguntarle primero si me dejaba irme con él.

a veces uno se tiene que arriesgar.

-¿me puedo quedar a dormir en tu casa?

sus mejillas se colorearon de un carmín suave mientras sus labios se curvaban en una bonita y alegre sonrisa, me emocioné tras ver aquella pues supuse que accedería a mi petición. -con una condición, ¿vale? -en cuanto sus manos rozaron las mías, las envolvió para llevarme hacia, donde se suponía, su casa.

-¿cuál? -debía enterarme de lo que me iba a pedir, pues tampoco quería que sea de valor económico pues de dinero escaseaba mucho últimamente.

-ya verás -mi intriga por saber lo que tenía en mente comenzaron a aumentar al ver como sus facciones cambiaban.

pues su sonrisa pasó a ser más coqueta que antes.

a loving dance ; fargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora