zéro

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𝓹 𝓻 𝓸́ 𝓵 𝓸 𝓰 𝓸

𝓹  𝓻  𝓸́  𝓵  𝓸  𝓰  𝓸

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todas las noches, exactamente cuando en el reloj marcaban las onces después del mediodía, llegaba a mi lado aquel chico de tez medianamente morena, cabello oscuro y brillante, rostro sexy y labios carnosos.

pasaba la noche y lo que proseguía a hacer el chico, quien era uno de mis más grandes amigos, era tomarse aproximadamente una botella de vino, para luego comenzar a charlar y coquetear con el resto de camareros de aquel bar, pero lo que más me molestaba, es que nunca tenía la valentía para decirme aquellas palabras subidas de tono.

-no sirvo para el amor -dijo mientras se tomaba el último vaso de alcohol que tenía en la mesa, yo lo escuchaba atentamente, pues le había pedido unos minutos libres a mi jefe.

cuando su voz comenzó a quebrantarse, estiré mis brazos en señal de apoyo, él me rodeó con los suyos mientras ponía su mentón en mi hombro y le dejaba a las lágrimas pasearse por sus mejillas, para aliviar de a poco el dolor que tenía en lo más profundo de su corazón.

-l-la extraño, luis -confesó para comenzar a sollozar de la peor manera que había visto a alguien, pues sus saladas lágrimas se combinaban con el hilo de vino que se había corrido por las comisuras de sus labios.

sus labios se encontraban tan rojos como una cereza, que sólo daban ganas de morderlos y fundirme en ellos. -no me llamo luis, fargan -corregí mientras acariciaba su cabello, él pareció no escucharme.

luego de unos segundos de lloriqueo, escuché como comenzaba a roncar de manera suave, haciéndome entender que había entrado en un sueño. me solté de su agarre y me levanté de la mesa para poder salir hacia el exterior, y en cuanto lo hice, me dispuse a llamar a un taxi mientras intentaba procesar lo ocurrido en estos días.

saqué de mi cajetilla color azul un cigarrillo para llevarlo a mi boca mientras marcaba el número correspondiente al automóvil que nos vendría a buscar, y así luego mirar por el rabillo de la puerta como el chico de quien estaba perdidamente enamorado babeaba toda la mesa.

-yo puedo darte lo que dulce no, fargan

aquello salió en un susurro de mis labios mientras lo veía abrir sus ojos en señal de que había despertado, para luego volver a coquetear con la primera mesera que encontró, aquella que le estaba pidiendo de manera amable que abandonara el lugar antes de que llame a la policía.

si supiera que tú eras la policía.

caminé con una sonrisa en mis labios hacia donde se encontraba fargan luego de que el taxista dijo que nos vendría a recoger en diez minutos, tenía que hacer todo lo posible para que diera el brazos torcer y dañara su orgullo admitiendo de que estaba muy ebrio para irse a casa solo.

-alexby... -canturreó en mi oreja mientras me lo llevaba de los hombros. -sabes yo que te quiero mucho

chasqueé la lengua de manera silenciosa mientras ocultaba las ganas de golpearle debido a tus palabras, pues cada día te empeñabas en alimentar mi corazón, y eso sólo podía producirle un gran daño con el paso de los tiempos, a no ser que tú te dieras cuenta de el amor que te tengo.

yo podría darte todo, fargan.


𝔞𝔠𝔩𝔞𝔯𝔞𝔠𝔦𝔬𝔫𝔢𝔰

❥ es un fan fic fargexby, la historia sólo se tratará de este.

❥ este libro contendrá contenido para mayores de dieciocho en, probablemente, su mayoría de capítulos.

❥ ya está terminado.

❥ de antemano aviso que si no te está agradando la trama y/o personajes que incluya, eres bienvenide a dejar de leer esto.

a loving dance ; fargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora