deux

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𝓭 𝓸 𝓵 𝓸 𝓻

𝓭  𝓸  𝓵  𝓸  𝓻

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mis manos se deslizaban por la bonita botella de tequila que tenía que abrir, aquella era tan famosa que con sólo un vaso te podría comenzar a marear, por lo que me compadecí con los tres chicos que pidieron tres shot con limón y sal, pero de todas maneras se los serví con una gran sonrisa.

cuanto me gustaría tomar aquella en su lugar.

las manijas del reloj que estaban en mi muñeca comenzaron a moverse más lento cuando faltaban treinta minutos en que llegase mi cliente favorito llamado fargan, así que, mientras tanto, me dediqué en exclusiva a hacer feliz al resto con sus pedidos de alcohol.

-oye -en una de las mesas que estaban alejadas del centro, me encontré con auron quien estaba alzando la voz para que lo viera, así que me dirigí hacia el origen de ella. -¿cómo estás?

me encogí de hombros mientras miraba a mis compañeros de trabajo clavarme sus ojos en mi espalda, les molestaban que siempre atendiera al chico de piercing, pues era el chico más atractivo de karmaland y ellos quería una oportunidad con él.

aunque para mi el chico más guapo era fargan, y no tenía prueba de ellos, pero tampoco dudas, es cosa de analizar su hermosa figura y dios, ¿han visto su rostro?, es como si estuviera tallada por los mismísimos dioses, él definitivamente se llevó la lotería en este.

-¿alexby?

negué con la cabeza rápidamente en cuanto volví a tierra firme, y le sonreí de manera nerviosa. -bien, hago lo que puedo -agarré mi libreta negra que estaba en mis bolsillos y saqué el lápiz del mismo color que tenía encima de la oreja. -¿qué vas a querer?

-algo contigo -agarró una de mis manos para atraerme hacia él y así me sentara en la otra silla que estaba a un lado.

posé mis codos en la mesa y le tiré la lengua. -sueña, mi niño -él me miró unos segundos y luego soltó una breve risa.

agarró una servilleta que estaba en la mesa y se limpió la boca, un acto bastante extraño pues no había tomado nada líquido hasta el momento. -¿ya no haces trabajos de esos?

me golpeé la frente con la palma de mi mano al escuchar las palabras del chico, luego me dispuse a mirarlo con mala cara mientras me levantaba de la dura silla. -auron, soy bailarín, no prostituto

él se desordenó el cabello mientras me miraba con una sonrisa coqueta. -¿no es lo mismo? -sabía que me estaba tomando el pelo, pues era de todo menos idiota, por lo que decidí ignorarlo. -bueno, quiero un zumito de naranja

me alejé con una risa falsa y graciosa, para irme nuevamente hacia la barra y poder servirle su pedido. no teníamos zumitos caseros, pues daba palo hacerlos cuando teníamos tantos clientes que pedían de todos menos eso, así que le serví de los que tenían químicos, es decir, de una botella cualquiera.

-cuanto tiempo, alexby

la voz de mi chico me hizo levantar el vaso de improvisto y dejárselo en las manos a uno de mis compañeros, para saludar al primero con un beso en la mejilla y hacerle entender que estaba libre para él.

-nos vimos ayer -dije mientras me daba vuelta a buscar su trago de alcohol preferido, porque parecía que ya no me quedaban. -¿hoy también tomas?

-pero no mucho -rodeé con ojos con una pequeña sonrisa, pues no le creía una mierda, y le tendí su botella de vino. -¿cómo has estado? -en cuanto sus manos hicieron tacto con la figura de vidrio, la abrió y comenzó a tomársela sin un vaso.

-bien, el trabajo no es tanto -busqué un vaso de vidrio por mis estantes, y en cuanto lo encontré, se lo di para que se sirviera desde allí. -pero mañana tengo una audición de baile

-vaya, espero que te vaya bien -asentí y soplé para que los cabellos de mi frente se dirigieran hacia otra dirección. -no creo que te venga a ver, estoy con el trabajo hasta el cuello

me giré para ocultar la amarga mueca que había aparecido en mi rostro tras esas palabras, pues lo conocía tan bien para saber que el cargo de policía le importaba una mierda con tal de ir a ver a un amigo.

sabía que la verdadera razón es porque le sigue siendo llorando los días de semana a una mujer que ya no está con él.

-fargan -suspiré de manera pesaba para luego agarrar sus manos, él miraba todo con detalle, aunque ya parecía un poco mareado debido a que tambaleaba conforme los segundos. -¿tú me quieres?

él me regaló una de sus características sonrisas que hacían detener el mundo para querer besarle durante toda la eternidad, pero no le iba a faltar el respeto, por lo que aguanté mis ganas de hacer aquello y le miré fijamente.

-pues claro alesby, eres mi mejor amigo -cuando confundió la equis de mi nombre me di cuenta que ya estaba pasándose de copas, por lo que me separé de él antes de cometer alguna estupidez de la que él se arrepentiría más adelante. -aunque los amigos se dan besos, ¿no?

tragué saliva de manera disimulada y empuñé mis manos bajo la barra en donde él tenía su botella de vino, para que no me viese, pues odiaba tanto que fuese así, sólo se empeñaba en hacerle más daño a mi corazón.

-no tomes tanto vino, fargan -dije finalmente, antes de verlo con la mejilla pegada a la mesa, haciendo notar que estaba dormido.

este chico no tiene aguante con el alcohol.

-¿qué me hiciste? -dije con un puchero mientras notaba como su teléfono no dejaba de vibrar, haciéndole despertar al segundo y contestar la llamada.

tampoco tiene aguante con el sueño.

una sonrisa se dibujó en su rostro mientras daba un salto en el que milagrosamente no se cayó al suelo, se acercó a mí para agarrarme de mi delantal y abrazarme, mientras que yo no entendía una mierda de lo que ocurría.

-dulce quiere arreglar las cosas

nuevamente sentí como la mínima esperanza que tenía comenzaba a derrumbarse.

a loving dance ; fargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora