ABBY.
Nos encontrábamos dentro de un tanque de guerra, el comandante a cargo, Trevor, Allan y yo, miraba con preocupación a Allan, el necesitaba antibiótico, se veía lo mucho que estaba sufriendo, lo ideal era tratarlo cuanto antes, afortunadamente, en la base militar tenían equipo medico, Allan hizo un gesto de dolor y apretó sus labios.
-¿Cuanto tiempo nos tomara llegar?- Le pregunto a Trevor, el me mira y suspira.
-Unas cuantas horas- Responde negando con su cabeza, aprieto mis manos sobre mis piernas mi mirada se posa en Allan nuevamente.
-Necesita antibióticos cuanto antes, o no resistirá- Murmuro lo ultimo bajo, Trevor guarda silencio, sus ojos no tenían brillo, su mirada apagada.
-Tenemos que hacer lo que podamos, es así de simple, y por el momento, solo podemos esperar- Murmura, lo miro, aprieto mis labios, no teníamos que buscar la forma.
-Siempre has sido así... incluso desde niño-
-Solo estoy siendo realista, diciendo la verdad, no hay nada que podamos hacer-
-Pero podrías decir algo diferente, algo para hacernos sentir bien, un poco de esperanza no estaría mal-
El me mira, sus facciones tensas, y ahí estaba de nuevo, ese enojo que no comprendía, me encojo en mi lugar y baje mi mirada, ¿tan detestable era para él?, no entendía, habían ocaciones como estas en las que el me demostraba ese sentimiento en sus ojos que hacia que mi pecho doliera.
-Pasaremos una escuela en un kilometro- Interviene el comandante, elevo mi mirada, el mantiene su mirada al frente mientras conduce el vehículo blindado -En las escuelas hay enfermerías, debe haber medicamentos-
-Es muy riesgoso, el lugar debe estar infestado- Murmura Trevor, mi corazón se acelero y mi mirada se centro en Allan, sus ojos cerrados y su respiración agitada.
Mi corazón se apretó, y ese horrible sentimiento, no quería perder a Allan, miro a Trevor.
-Si no conseguimos el antibiótico ahora, es dejarlo morir- Susurro, Trevor tensa su mandíbula, su mirada escudriñando mis facciones, leyendo algo que no comprendía o tal vez no quería aceptar.
Allan soltó un gemido de dolor, aun inconsciente , mi mirada se desvió a su rostro contraído, lleve mi mano a mi pecho y mis ojos se llenaron de lagrimas.
-Iré, no permitiré que muere, comandante, ¿Puede detenerse?- Mi pedido fue mas una orden que pregunta, el comandante se detuvo, rápidamente y sin esperar nada me levante y comencé a subir las escaleras para salir.
-Maldición, Abby, espera- Trevor murmuro entre dientes con enojo, pero seguí mi acción hasta que mis tenis tocaron el suelo, mi respiración agitada.
Camine decidida por la calle hasta cruzar los rieles del tren, Trevor salto del tanque lo vi de reojo, apresure mi paso y el corrió hasta llegar a mi, sostuvo mi brazo deteniéndome y atrayéndome a su cuerpo algo brusco, coloco mi mano en su pecho y trato de alejarlo pero el no lo permite, elevo mi mirada y mis ojos quedan fijos en los suyos.
-¿Acaso enloqueciste?- Gruñe mirándome, aprieto mis labios sin contestar y las lagrimas salen.
-No soy como tu Trevor, no puedo dejar morir a alguien- Digo mirándolo, el aprieta sus labios y su mandíbula se tensa.
-Estas embarazada Abby, y sabes que algo no anda bien, solo quiero que descanses y que un medico nos diga que todo esta bien, si estoy siendo egoísta... es porque son lo mas importante de mi vida- Dice luciendo mas calmado al decir lo ultimo.
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APOCALIPSIS
HorrorEl tiempo se detuvo. La vida de todos los sobrevivientes cambió. Los que conocimos una vez cambiaron. El mundo que conocíamos se terminó.