Carlie Wrenadeg ha comenzado su primer semestre en medicina después de tantos años de soñar con ello. Desde pequeña deseó ser doctora y hoy por fin su sueño se cumple.
Sus padres la apoyan al igual que sus amigos, ella sabe que es una carrera difícil y que deberá prescindir de muchas cosas para lograr su sueño, pero está dispuesta a hacerlo.
Su mala coordinación y un despertador descompuesto la hacen llegar tarde a su primera clase, y recibe una sanción por ello: Limpiar los laboratorios de química durante todo el año.
El laboratorio siempre está ocupado, un chico se encuentra ahí. Él nunca sale, siempre tiene miles de libros esparcidos en una de las mesas, incluso cuando Carlie limpia.
Galen Traver es el maestro que muy pocos aprecian, aunque sí admiran.
Demasiado enojado la mayoría del tiempo, cansado a más no poder y siempre con cinco libros debajo del brazo izquierdo. Es maestro de oftalmología, y por las tardes es cirujano oftalmólogo en una de las clínicas más reconocidas de Los ángeles.
Él lo tiene todo para ser feliz, o por lo menos eso quiere creer.
A nadie en la vida le hace daño un poquito de amor, y Carlie ha sido puesta en su camino para hacerlo cambiar. Incluso si él no quiere.
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