Capítulo 15. -

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Navidad llegó antes de lo esperado, las calles y casas habían sido decoradas con focos de colores y árboles de navidad llenos de esferas y regalos por doquier, las personas corrían presurosas terminando los últimos preparativos para el gran día. Carlie anduvo en pijamas todo el día mientras ayudaba a su madre y a su hermana a cocina el pavo, el puré, las pastas y todo lo demás.

Galen estaba invitado para la cena, aunque no sabía si iría a casa de sus padres o con ella, pues su familia se reuniría para celebrar navidad y el cumpleaños de la hermana de Galen, aunque ya había pasado. Carlie se vistió con unos jeans oscuros, una blusa color blanco y un suéter de punto color verde olivo, se dejó el cabello de la misma forma de siempre y se ató unas botas color café que resaltaban con el suéter, le acomodó las gafas rosas (sí, había vuelto a usar las gafas viejas) y se puso el collar que decía su nombre.

Después de terminar todo, jugó un poco con Ximena y Owen para que Eurig pudiera cambiarse y arreglarse con calma. Mantuvo el celular con todo el volumen y cerca de su mano por si Galen llamaba, pero nunca lo hizo.

Cenaron temprano, los niños del vecindario encendieron fuegos artificiales y ellos observaron por las ventanas durante un rato, vieron Doctor House y se burlaron de Carlie por un buen rato.

Los niños se habían dormido ya, así que habían sido llevados a la antigua habitación de Eurig.

Faltaban quince minutos para las doce y Galen seguía sin dar señales, era como si la tierra se lo hubiera tragado, y Carlie estaba preocupada, tenía miedo de que la hubiera abandonado para siempre, que quizá se hubiera cansado de ella y hubiera decidido dejarla sin decirle nada más.

Se recostó en el sofá más pequeño y se tapó con una cobija mientras observaba la televisión, tomó chocolate caliente y comió brownies, porque la depresión siempre se sentía mejor si comías chocolate, sobre todo con el frío horrible que hacía en los ángeles.

— ¿Qué pasa?— preguntó su madre poniéndose de pie, ella y Eurig se encogieron de hombros.

— ¿Es música lo que suena?— preguntó su padre acercándose a la ventana.

—Sí, es música. — Erick sonrió y se acercó junto a su suegro a la ventana. — Carlie, creo que deberías venir a aquí. — dijeron al unísono.

Ella se movió hacia donde estaban parados y le hicieron espacio para que observara.

Galen estaba ahí.

No solo él, también sus padres, dos chicos (¿o debería decir hombres?) y una chica, junto a ellos se encontraban un pequeño grupo de chicos con instrumentos, uno llevaba un piano, otro una guitarra.

Ella sonrió al verlo y se encaminó hacia la puerta mientras su familia la seguía desde atrás.

Cuando abrió la puerta la música comenzó a sonar, la melodía eran tan perfecta, tocaban Thinking out loud de ed sheeran como si hubiera sido compuesta por ellos. Se quedó parada ahí mientras su familia se posicionaba junto a ella y escuchaban la canción.

Cuándo terminó, Galen dio un par de pasos hacia ella, pero Carlie lo interceptó y fue más rápido, lo abrazó fuertemente, y él giró con ella en sus brazos. La bajó al suelo y le dio un beso en los labios antes de meter la mano en su abrigo e hincarse y tomar su mano izquierda. Carlie se quedó petrificada en su lugar.

—Carlie. — dijo Galen en voz alta. — Sé que ha pasado muy poco tiempo, pero para mí es como si te conociera de toda la vida. — sonrió antes de continuar. — Me di cuenta de que quiero pasar el resto de mi vida contigo. — ella lo miró fijamente. — Carlie Wrenadeg, ¿quieres casarte conmigo? 

Ella asintió mientras sonreía.

—Sí, sí quiero.

Galen le puso el anillo en el dedo y se puso de pie, la tomó entre sus brazos y la besó mientras los demás aplaudían y celebraban a su alrededor. Ninguno de los dos se había sentido tan feliz en su vida como ese día, era, por mucho, el mejor día de sus vidas, hasta ahora.



***


Carlie abrazó a su madre mientras se limpiaba las lágrimas y se reía, estaban todos en la sala de su casa, Galen estaba junto a ella y su madre a su otro costado, su padre se encontraba platicando con el padre de Galen, y Loise parecía encantada con Owen quien se acaba de levantar tras el escándalo que habían hecho, Ximena tenía el sueño más pesado así que ella seguía dormida en el piso de arriba.

Él la tomó de la cintura y la abrazó contra sí, deseaba no soltarla jamás... vivir toda la vida abrazado a su cintura, besándola a cada momento, platicar con ella de todo y de nada, bailar juntos aunque ninguno de los dos supiera bailar... simplemente deseaba estar junto a ella para siempre.

Daysi, la hermana menor de Galen tenía veinte años (incluso la menor de sus hermanos era mayor que Carlie) y estaba estudiando arquitectura en Chicago, Tom era el mayor y era ingeniero en sistemas, estaba casado y con dos hijos, pero ellos se habían quedado en Omaha Nebraska con la familia de sus esposa. Por otro lado, Sam era dos años menor de Galen, y trabajaba en comercios internacionales, él aún seguía soltero, y al parecer no le preocupaba en absoluto, disfrutaba demasiado su soltería como para liarse a un compromiso tan grande como lo estaban haciendo Galen y Carlie, pero aún así, no dijo nada al respecto, sólo los felicitó y deseó que fueran muy felices.

August y Arthur hablaban sobre política, mientras Erick y los hermanos de Galen hablaban sobre futbol.

Carlie y Galen sonrieron al ver que a pesar de las diferencias, todos parecían llevarse muy bien. Carlie tomó a Owen y lo sentó sobre sus piernas mientras Loise y Martha iban a la cocina por más ponche, el bebé tomó el cierre de la chamarra de Galen y jugó con ella mientras que Galen aprovechaba para besar a Carlie.

A las dos de la mañana se fueron, Carlie los acompañó hasta la puerta y se subieron al carro, excepto Galen, él se quedó un momento más para despedirse de ella a solas.

—Nos vemos otro día. — Dijo abrazándola con fuerza. — ¿Está bien?

Ella asintió.

—Te amo. — susurró en el hueco de su cuello y él la apretó más contra sí.

—También te amo Carlie, mucho más de lo que pensé hacerlo.

Le dio un beso y se fue.

Ella se quedó parada en la puerta de entrada viendo como se marchaban, y nuevamente se sintió completa, restaurada... feliz.

#1 La química del amor.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora