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Capítulo 12

Capítulo 12

Me sujetaron por todos lados. Y nos dividieron. Lindsey, Paul, Kaileen y yo, estábamos juntos. Rowina y Jodie iban por otro lado, y a los tres chicos por otro.

Los recuerdos son borrosos. Pero sé con certeza que me resistí como nunca antes, hasta que perdí la fuerza. Y todo sucedió como un sueño. Me veía a mí misma. Veía como me abrían la cabeza y obsevaban mi cerebro. Lo analizaban y sacaban radiografías. Era realmente asqueroso, y lo peor fue cuando comenzaron a tocar. Había sangre y metal. Pero no sabía con exactitud que era lo que hacían.

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Me mostraban imágenes. Ellos las habían puesto en mi cerebro. Querían que viera algo.

Eran los robots, pero iban cambiando. Cada vez mejoraban más, pero parecían más feroces y fuertes. Entonces apareció un humano, y una operación. Era exactamente lo que me habían hecho a mí. Un humano experimentado mutilado con un robot feroz y destructor. El fin de la humanidad.

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Volví a despertarme en la habitación. Pero esta vez, todos estaban en sus camas. Me dolía tanto la cabeza que parecía que todo aquello era una pesadilla. Con pitido en los oídos y un poco mareada, me levanté. Lo recordé todo de golpe.

Toqué mi cabeza, y faltaba pelo en un lateral. Me miré al espejo y tenía una cicatriz. La respiración se me aceleró. Teníamos que salir de ese horrible lugar o sería el final de todo.

Corrí a la habitación y comencé a despertarlos uno por uno. Todos sabíamos lo mismo. Necesitábamos un plan, y no tardó en llegar. Experimentaron con nosotros, y ahora sus sujetos irían en su contra.

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Lindsey ya sabía lo que podía hacer, sólo faltaban los demás.

-Intentálo, Crissy, sabes que puedes hacerlo- me dijo.

-¡No puedo, o es que no lo ves!

-Concéntrate, necesitamos averiguar lo que puedes hacer.

-Está bien, lo volveré a intentar- me concentré en la botella, intentando moverla.

-Joder, lo hace fatal.

-¡Mira Lindsey, cállate ya! ¡Así es imposible!

-¡Pero si no he dicho nada!

-¡Acabas de decir que lo hago fatal!

-Eh, eh, tranquilidad, bellas damas.

-Cállate Hans- dijo Lindsey -. No he dicho nada, sólo lo he pensado.

-Dios, que paren ya, no puedo aguantar más la risa- dijo Álex.

-Pues ríete Álex, ríete- todos le miraron, y luego a mí. Él no había dicho nada-. No pensaréis que...- todos sonrieron y luego hubo una ovación-. ¡Puedo leer los pensamientos!

Tras ello, todos nos sentamos, y Lindsey y yo, averiguábamos más acerca de mi poder. No sólo podía leerlos, también podía modificarlos.

De hecho, gracias a mí, Hans pudo averiguar su poder. Modifiqué los pensamientos de Lindsey de tal manera que hiciera cosas tan estúpidas que nos hicieron a todos reír. Hans reía sin parar cuando intentó imitar la voz de Lindsey y ¡claro que lo consiguió! Su voz se transformó por completo y todos le miramos. Comenzó a imitarnos a todos y cada uno de nosotros, ¡era genial!

Entonces, y por primera vez, la cámara de la esquina, se movió.

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