Rompiendose

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- Buenos dias- escuche esa mañana mientras me besaban la mejilla.

- Buenos dias- le respondí a Matt.

Era domingo, las imágenes de la noche anterior llegaron a mi mente, esos momentos tan íntimos... Me puse roja. Pero luego recordé el problema con Ana. No podía ser que me estuviese pasando eso a mi.

Pasamos la mañana en la cama, jugando con vader y haciendo el tonto. Luego por la tarde nos pusimos a planear que podríamos hacer para evitar a Ana; así pasamos también parte de la noche.

A la mañana siguiente Matt y yo fuimos por caminos diferentes al instituto, y cuando nos encontramos en la puerta comenzó nuestro plan. Me acerque al pelilargo y me hice la ofendida, nos "peleamos" delante de todo el instituto, dejando claro que Matt y yo no eramos nada. Al terminar mi ultima frase Matt fue dentro. Pasaríamos todo el día sin hablarnos para hacerlo todo mas creíble. Así también nos asegurábamos que Ana y su séquito se lo tragasen.

En el segundo recreo no lo aguante mas, quería ver a Matt aunque fuese un poco sin hacerme la víctima de todo, y fui en su busca. Le encontré en el césped, de espaldas a mi, Ana se acercaba a el. Esta me miro un instante, sonrió y se agacho para ponese a la altura de Matt y darle un beso en los labios. Matt no lo correspondió, pero tampoco se separo de ella.

Ver esa escena, a pesar de saber que Matt me quería ( o eso quería creer yo) me dolió mucho. Las lágrimas brotaron de mis ojos y comencé a andar hacia atrás. Matt se dio cuenta del ruido y de dio la vuelta alejando a Ana de el con un leve empujón.

- Apartate puta- dijo Matt dirigiéndose a Ana- quien coño te crees que eres?. Mer no es lo que parece- dijo ahora hacia mi- yo no quería.

- lo...lo se pero aun así... Lo entiendo...- le dije.

Acto seguido salí corriendo. Mi vista ya estaba muy nublada. Entre al aseo de las chicas y ahí busque mi sacapuntas, pero Matt lo había quitado de mi mochila. Matt me llamaba desde fuera, por suerte había una ventanita en el baño por la que aproveche para salir de ahi. Me puse a correr antes de que Matt se diese cuenta de que no estaba.

Fui directa a casa; estaba segura de que Matt iría a buscarme al parque antes de ir a casa, eso me daba quince minutos de ventaja. Llegué a casa y fui directa a mi cuarto donde abrí la caja de las cuchillas y cogí una de ellas y la hundí en mis muslos  12 veces; me cure y al terminar salí de casa a toda prisa, tenía ganas de olvidar todo lo sucedido pero no tenía ningún modo de  hacerlo, no quería volver a cortarme pero necesitaba algo para olvidar.

Sabía que Matt llegaría de un momento a otro por lo que fui por un camino diferente al habitual, pasé el resto de la mañana andando, estaba cansada, mis cortes se habían abierto, las voces seguían en mi cabeza y el mundo se me caía encima.

Cuando me di cuenta había llegado al otro lado de la ciudad, me senté en un banco y dejé que pasasen las horas mientras mi mente me atormentaba. Terminé quedándome dormida; y al despertar no recordaba donde estaba. Hacia frio y abracé mi cuerpo para intentar entrar en calor, pero me era imposible. Miré a mí alrededor y encontré un bar a dos calles de donde estaba,  entré y mientras esperaba que me atendiesen cogí mi  móvil para ver la hora pero me encontré cuarenta y dos llamadas perdidas y otros tantos mensajes. Llegó el camarero, y pedí una copa detrás de otra, así hasta veinte.

Pagué y salí del bar tambaleándome y apoyándome en las paredes, apenas podía sostenerme en pie, pero tenía que salir de aquel tugurio. MI móvil comenzó a sonar de nuevo, lo cogí y vi que era Matt, decidí responder:

“Mer: s..si?”

“Matt:  Mer?! Donde estas, llevo todo el día buscándote. Estas bien? He visto las cuchillas y la sangre y estoy preocupado, donde estas?  Estoy allí en dos minutos”

Guarda mi secreto... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora