Estoy aqui para protegerte.

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Me desperté por el sonido de la alarma.

-Apaga eso – escuché, y sentí como se movía alguien a mi lado, me levante de golpe algo asustada y vi a Matt tumbado en mi cama.

-Pe…pero que haces aquí- pregunté cogiendo la manta y tapándome.

-Mer, tranquila, anoche tuviste una pesadilla y mientras te tranquilizabas me abrazaste y como así estabas mas tranquilla me quede contigo. Siento haberte asustado- Alargo su brazo y me cogió la mano para tirar de mi y tumbarme en la cama.

-Ehh… no es justo, eres más fuerte que yo- le dije al caer en la cama.

Nos miramos a los ojos solo por un momento pero para nosotros pareció una eternidad. Baje mis ojos a sus labios, y no pude evitar imaginar cómo sería besarlos, sentirlos contra los míos. Parecían tan suaves y dulces…

-Noo!! Se nos va a hacer tarde – Dije intentando quitar los pensamientos de mi cabeza y rompiendo ese momento extraño.

Matt cogió mi móvil y vio que habían pasado cinco minutos y me lo enseño. Le pedí que saliese de mi habitación para poder vestirme y el se fue a la “suya” para lo mismo.

Me quería poner algo menos común, así que me decidí por unas faldas negras altas, una camiseta básica y unas medias negras con las creepers. En el fondo estaba deseando que Matt diese su visto bueno a la ropa, era una sensación extraña. Fui al baño a peinarme y a ponerme algo de maquillaje, mascara, delineador negro y lápiz de labios suave.

Me miré por última vez al espejo, y salí a coger mi chaqueta y la mochila para ir a clase.

Me sentté en el sillón a esperar a Matt y al rato el apareció con un zumo de naranja y una tostada con queso y tomate raspado y me la ofreció. Lo tomé sin muchas ganas mientras el terminaba de preparar sus cosas y aprovechando que no me veía tiré el zumo.

A las ocho menos cuarto salimos de casa y Matt me dio un casco.

-Pontelo, no me gustaría que te pasase nada- me dijo mientras se ponía la chaqueta de cuero.

Me coloqué el casco y abroche  mi chaqueta, Matt se monto en la moto y me dijo donde tenía que poner los pies, se puso el casco y arranco la moto “agárrate fuerte”  dijo Matt antes de darle al acelerador y salir del aparcamiento.

En diez minutos estábamos en el instituto. Mucha gente se quedaba mirando a Matt y la moto, y a mí… Seguro que ya estaban pensando en cómo hacerme el día imposible, pero.. “es verdad”, pensé, “no saben que soy yo”.

Nada mas apagar el motor, ya teníamos a un grupo rodeándonos, algunos preguntando quienes éramos, otros admirando la moto, incluso algunas chicas se acercaron a Matt, quien se estaba quitando el casco.

Baje de la moto y me estaba quitando el casco cuando alguien me empujo y caí hacia atrás; vi a Ana, la “popular”, que se había acercado, Matt al verme en el suelo bajo de la moto y me ayudó a levantarme.

-Estas bien?- Me preguntó mientras me levantaba.

-Si, tranquilo – Me ayudó a quitarme el casco y todo el mundo se me quedó mirando, algunos con asombro otros normal y otros con odio. En especial Ana y su sequito, que se acercaron a nosotros y dirigiéndose a Matt dijo:

-No deberías  fijarte en los desechos de la sociedad, no sirven para nada y no te traerán nada bueno, y sobre todo, no deberías tratarlos bien… -Ahora se dirigió a mi- Y tu deberías dejar que el esté en su lugar, así que sal de mi camino y desaparece.

-De primeras, aquí, el único desecho social que veo eres tú y tu sequito de pijas lameculos, engreídas y superficiales, que no valéis más que para ofender y herir los sentimientos de los demás o para ser las putas del instituto hasta que el día de mañana os deis cuenta de que no habéis hecho nada mas en vuestras putas vidas que comer rabos y zorrear en vez de buscaros una puta personalidad, y segundo, Mer no desaparecerá, porque yo me pienso encargar de que no lo haga nunca- Me defendió Matt- Así que aquí la que se tiene que largar eres tu, Adiós.-

Guarda mi secreto... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora