V

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La única forma sensata de vivir en este mundo es sin principios.

«Ahora para él sonreír de corazón es algo imposible y doloroso, dar una sonrisa falsa es en cambio mucho más fácil, pero reírse a carcajadas como desquiciado, asustando a los de su entorno... eso le estaba encantando de cierta manera, no sabia describir el pequeño placer que le daba hacerlo.»

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Su pecho subía y bajaba a un ritmo lento, de forma serena. Los rayos del sol se colaban por la ventana rota y recorrían la habitación, calentando el piso a su paso; finalmente los rayos alcanzaron un par de risos verdes y un par de ojos cerrados que descansaban plácidamente hasta que los rayos del sol los perturbaron. 

Izuku frunció el ceño y abrió pesadamente sus ojos, giro su cabeza y poso sus ojos en el techo el cual estaba percudido y unas partes de este parecían apunto de colapsar. Su mente rápidamente hizo memoria del porque se encontraba ahí, recordó lo sucesos de ayer y eso lo tranquilizo un poco. Se sentó y pudo percibir que le dolía la columna, probablemente eso se debía a la mala posición para dormir, pero que mas podía hacer, solo tenia una maleta como almohada y el frío y sucio piso como colchón, no se podía dar los lujos de ir y comprar un futon. Busco su móvil y observo que eran las 6:15 a.m.

Anoche no pudo ver bien la habitación ni la casa por que estaba cansado y era tarde, así que aprovecharía este día para indagar en cada parte de la casa, y si le sobraba tiempo, empezaría a ingeniarse un plan para salir adelante. No tenía la mas mínima idea de que hacer. Había huido de casa e iba a empezar de cero, pero.... ¿Que podría hacer?

Con este pensamiento en mente se incorporo, se estiro y se acerco a la ventana donde se filtraba el sol, ya de cerca percibió lo rota que esta se encontraba, bueno era de esperarse ya que la casa parecía caerse a pedazos, pero aun así ese lugar le parecía seguro a Izuku, así podía pasar desapercibido en dado caso de que lo buscaran.

Salió de la habitación (la cual únicamente conservaba el marco de la puerta, la puerta había desperecido mágicamente) y pudo notar una gran espacio enfrente, él supuso que esa parte debía ser la sala;  a su derecha se encontraba la puerta de entrada y a su izquierda habían otras habitaciones, la "sala" abarcaba todo ese espacio; camino hacia la primera habitación y se dio cuenta de que esta tampoco tenía una puerta, ni si quiera tenía el marco de la puerta. 

Al entrar noto que sobresalían del suelo hasta la altura de su cintura - un poco mas arriba que eso- unos gabinetes rotos de madera, en su parte superior estaban cubiertas de azulejos rotos, esa era definitivamente la cocina; salio de la "cocina" y se dirigió de a la habitación contigua que se hallaba a su izquierda. Esa otra habitación  aun conservaba la puerta, eso lo sorprendió un poco, la abrió y vio un retrete y una ventana, lo que mas le sorprendió es que había una ventana... en el baño...¿quien tiene una ventana en su  baño a una altura tan baja? Después de quedarse analizando la ventana por un par de segundos, salio de la habitación cerrando la puerta detrás suya  y se dirigió a los 2 últimos cuartos  que quedaban. Estos estaban posicionados enfrente a la entrada de la casa. Abrió ambas puertas y observo ambos cuartos. Eran exactamente iguales, vacíos y con una ventana pequeña en el centro, ambas dando a un bosque.

Izuku ya había recorrido toda la casa, pero aun así iba y venia entre la habitación en la cual había dormido la noche anterior y las dos habitaciones contiguas. Izuku analizaba cual se veía menos catastrófica y con menos posibilidades de que le cayera el techo encima mientras dormía. Ambas estaban cubiertas de moho, estaban llenas de polvo y el techo parecía caerse a pedazos, era un horror pero tenia que conformarse con eso. Finalmente se deicidio por una de las habitaciones del fondo, la que estaba mas cerca del baño, el techo no estaba tan roto como las otras dos y había menos moho. Fue a buscar su maleta a la vieja habitación y las transporto a su "nueva habitación", ya ahí dejo caer su maleta. En cuanto esta entro en contacto con el sucio suelo, levanto una ola de polvo la cual hizo estornudar a Izuku por 5 minutos. 

Lo que no te mata, solo te vuelve mas... ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora