Sangre, Sudor y... Armas.

230 14 4
                                    

Éiren

Briana sonrió y yo seguí mirándoles, ella ya sabía lo que yo iba a hacer, había encontrado juguetes nuevos, los últimos aprendices no me duraron dos días. Literalmente, me los comí con patatas.

-Moveos, la Matriarca debe volver al castillo ahora, aún hay gente buscándola.-dije con autoridad.

-Vamos nena... no seas tan dura.. estoy seguro de que bajo toda esa... -me miró de arriba a abajo como si fuera comestible-...apariencia, existe una mujer frágil y asustada que busca los brazos de un hombre de verdad...- dijo con una sonrisa traviesa.

Le miré sonriendo. No me lo podía creer...

-Y... dime una cosa.. ¿se supone que ese hombre eres tú?- dije sonriendo aún.

-Por su puesto, muñeca.- se pasó la lengua por sus carnosos labios, hubieran sido apetecibles de no ser por toda la mierda que salía de ellos.

Sonreí y me acerqué a él, acaricié su mejilla con ternura y puse una mano en su cabeza, enredando su pelo en mis dedos y acercándole a mi cara. Entonces, reforcé el agarre y sonreí como la sádica que soy, golpeé su cara con mi rodilla y escuché su intento de insulto riendo.

-Guárdate la fragilidad para tus pelotas, "muñeco"- sonreí tierna y le golpeé en la entrepierna- Regla número uno: Trátame con respeto, soy tu superior

Gimió en el suelo de dolor. Miré a Artoria y le dije con voz autoritaria:

-Levántale, tienen trabajo que hacer, las compras de la Matriarca son demasiado para nosotras.- miré a Kalel- Cuida tu lenguaje la próxima vez.

Me dí la vuelta y ví a Bri muerta de risa, la miré y me fué imposible parar de reír.

-Vamos, Alanna está sola y me da miedo que le pase algo.- dije entre risas

Cuando encontramos a Alanna estaba escondida dentro de un barril comiendo chocolate, la sacamos de ahí y le contamos la historia de lo ocurrido. Acordamos que mañana empezaría la instrucción... y la Matriarca estaría presente.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

KALEL

¡ESA BRUJA LE HABÍA GOLPEADO! ¡DOS VECES!

Kalel no podía creerse lo que había pasado, ¿Qué se creía ese pequeño duendecillo? ¡Le había tratado como a la basura! ¡¡A ÉL!!

Y lo que era peor, ¡SE HABÍA REÍDO! Se había reído de él, en su cara, justo como hacía Artoria ahora que se habían ido.

-¿¡¡ME VAS A AYUDAR O QUÉ!!?-le grité.

Esa maldita patada me había dolido, sobretodo en mi orgullo.

-Tranquilo amigo, ella no va a volver a por ti.- se rió como un loco.

Maldito hijo de puta, ahora se reía el también.

Esa bruja iba a pagármelas mañana en la instrucción.

Y disfrutaría con ello.

★★★★★★★★★★★★★★★★

Hola personitas!! :3

Espero que os esté gustando.

¿Qué opináis de los nuevos? ¿Serán capaces de sobrevivir a la instrucción? ¿En que consiste la venganza de Kalel?

Lo sabremos pronto, en el próximo capítulo!!

♥♡♥♡♥♡

La Profecía de los MarcadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora