Unas cuantas horas pasaron desde que por fin encontraron a todos, fue algo raro encontrar a thacth travestido con todo y tacones en una callejón en la basura, con un extraño vestido color Rosa Chillón y lleno de decoraciones y moños, parecía piñata, con las palabras se nos unió, ¡es un okama! Escritas en su cara, pero comparado con la rareza del día a día de los hijos de barba blanca, no fue mucho. Ahora, Luffy trataba de encontrar a alguien que le de de comer, osea thacth, no le pediría a sus otros hermanos, y mucho menos le pediría a ace que le cocinara, pues la última vez el muy pirómano prendió fuego las cortinas, la cocina e incluso hasta el agua, era mejor no arriesgarse, por eso trataba de encontrar al de tupe castaño que desde llegó a la mansión, no lo pudo ver, por el simple echo de que su orgullo masculino se encontraba horriblemente dañado, y en esto momentos, probablemente, este llorando dramáticamente en cualquier rincón
De la nada, dejó de caminar por los laberínticos pasillos repleto de cosas lujosas, su cuerpo comenzo a temblar, su respiración se agitó, el aire se sentía como si no entrara, el pecho le dolía a horrores, como si se estuviera comprimiendo, dificultandole aún mas la respiración. Sin que Luffy diera su aprobación, las lágrimas salieron, sus piernas a penas podían sostenerlo, se agarro del marco de una ventana— otro no... —murmuro con la voz algo rota. Detestaba, aborrecia, odiaba con cada fibra de su ser cuando le daba los horribles ataques de pánico, que los tiene desde los 12 años, siendo su padre un mafioso mundialmente reconocido, nada es color de rosa. Pudo oir unos pasos cerca de allí, intento hablar pero solo salían más y más lágrimas que no querían parar, solo espero a que lo vea, sus piernas ya no daban más, no podía seguir parado y antes de que cayera, apareció ace, sacándose cera del oido con el dedo meñique y con chichon en la cabeza
— que se valla a la... ¿heh?, ¡luffy! —apenas si vio a su hermanito menor, ya supo lo que le pasaba, y como si se hubiera teletransportado, apareció al lado de Luffy, dándole un lindo abrazo fraternal— y creímos que el psicologo te ayudó —murmuro Suspirando para si mismo, con cariño paso su mano por la cabeza del de ojos grandes, acariciando sus cabellos negros con delicadeza
...
Ace había llevado a Luffy a la cama, suponiendo que quizá solo necesitaba una siesta estándo tranquilo, pero no, el pequeño le pidió que se quedara con el, por que tenía miedo, el problema era que no sabía de donde provenía aquel horrible temor, le causaba incertidumbre, demasiada para alguien que actúa y después piensa, y no comprendía, si no mostro algún signo de terror cuando se lanzó de un avión para caer en la mansión del enemigo y así comenzar un tiroteo en una de sus misiones, no titubeo cuando tuvo que atravesar de un balazo el cráneo de un hombre viendo como los cesos se esparcian por todo el lugar. Temblaba más, sin saber por que, lo que le causaba aún más miedo, estiró sus brazos, sin llegar a tocar a su hermano, que este se encontraba parado viendolo con preocupación, sin hablar, aquel adorable gesto lo decia todo, arqueo su espalda para que el menor pudiera abrazarlo y lo atrajera a su lado, recostandolo junto a el— Luffy, no me iré a ninguna parte —dijo. Sentia como su hermano menor lo abrazaba con más fuerza, hundiendo su rostro en el pecho del mayor. Suspiro al no oir respuesta y solo colocó su brazo en la espalda de Luffy
Unos minutos pasaron, y ace quedo totalmente dormido, dejando en claro que le agarro otro de sus ataques de narcolepsia. Lentamente, Luffy, cerraba los ojos, con una que otra lágrima que le quedaba, quedando medio dormido, lamentablemente pego un respingo al oir a alguien patear con todo una puerta y que le siguiera un ¡¡ya llegue hijos de puta!!con una extraña voz de bruja burlona, se le hizo tan conocida que siguió en la cama sin darle importancia, pues claramente era kureha, esa vieja bruja con más años que barba blanca y muchos de sus hijos juntos, que junto con marco, se encargaba de las heridas y enfermedades de todos, conociendo por años a Shirohige y otros jefes de la mafia, ya tenia la confianza e impertinencia suficiente como para hacer lo que le salga de los ovarios en dicha mansión— ¿donde estará ese mocoso de luffy...? —se preguntó, esperando a que algun chiquillo de ojos grandes apareciera saludandole con jovialidad, pero extrañamente todo estaba calmado, supuso que fue a una misión y se está muriendo o también estuviera durmiendo por ahi, como no tenía nada más que hacer, fue por ahí, y quizás iba a tener una amigable charla con el del bigote anti gravedad
Marco, que había sentido una extraña tranquilidad en la mansión, decidio buscar al dúo de hermanos idiotas, primero fue a la habitacion de ace, que según recuerda, en su mayoría de veces se escondían alli, pero no había nadie, después fue a la de Luffy que estaba al lado, abrio con cuidado la puerta, sin hacer mucho ruido. Quedo enternecido ante lo que veia, Luffy hundía su cara en el pecho de ace, este tenía su brazo recostado en la espalda del mas bajo, pero, por un momento se sintió, tal vez solo un poquito, solo un poquitito, celoso de ace, queriendo estar en su lugar, pero fue un pensamiento tan fugaz que no le dio importancia, debía ser el favoritismo que todos le tenían a Luffy, claro, eso
incluyendose, cerro la puerta, pero una vocesita lo paro de dicha accion— ¿marco...?, ¿que pasa? —pregunto el monkey sintiendo la luminosidad de afuera golpeando su rostro, levantándose un poco, pasando su mano por su ojo izquierdo— nada, solo pense que habían muerto —soltó con una ligera sonrísa, mientras que Luffy reaccionó con un ¿heh?. El menor salió de su cama para poder estar al lado de marco, recordando que tenía hambre pregunto donde estaba thacht, el Rubio respondió que seguía llorando por ahi, Luffy hizo mohin, molesto, tenía hambre, y cuando lo tiene es capaz de ser como agujero negro que Débora todo a su paso— si quieres te puedo hacer algo para que comas —propuso el Rubio, automáticamente la expresión del más bajo cambio en seguida, marco soltó una risilla baja— que fácil... —murmuro sin que el más bajo lo escuchará, y se dirigieron a la cocina, Luffy se sentó lo más cerca que podía de marco, por que significaba que le iba a entregar la comida más rápido, aunque sea por unos segundos, pero oyeron unos gritos, casi desgarradores que provenían de thacht, por instinto salieron a ver que pasa... Aparentemente, el de tupé castaño estaba siendo acosado por un okama
— ¡ayuda! —suplicaba entre lágrimas tirado en el piso, con el okama agarrandolo de las piernas y arrastrándolo hacia quien sabe dónde— ¡Luffy ayuda a tu hermano mayor favorito! —grito. Por alguna razón los demás se sintieron ofendidos aún sin haberlo escuchado, hasta ace, que fruncio el ceño cuando el castaño término de artícular aquellas palabras— ¡marco no me dejes solo! —el nombrado solo veía como clavaba las uñas en la alfombra para que no lo secuestren, dejando marcas. El más bajo solo reía preguntando si le podía cocinarle algo de carne, aquel okama que secuestraba a thacht, lo llevó sin mucho cuidado hacia afuera, y el del tupe raro se agarraba hasta de las paredes. Todo término cuando los gritos no se oian más, las expresiones cesaron en el rostro de ambos hombres, quedando en blanco, totalmente en blanco, quedando en un silencio incómodo, sin saber que hacer lo decir. Sin duda, su “familia” es rara
— y ¿me vas a dar carne? —pregunto, rompiendo el raro silencio que se formo, sin importarle lo que acababa de ver hace apenas un minuto
ESTÁS LEYENDO
¡que se atreva el valiente!
RandomDragón deja a Luffy con barba blanca El lo sobre protege junto a todos su demás hijos, al ser el pequeño monkey el menor de todos