cap 7

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Un hombre desconocido, que apenas se le podía ver la cara por la baja iluminación del cuarto, pero claramente se le podía ver una sonrisa obscena y lasciva, junto con sus ojos que detonaban un brillo raro, sostenía con fuerza las muñecas de Luffy, o bien borracho, o drogado, sin saber que hacer más que mirar a la nada. El hombre mayor bajo una de sus manos hacia la cintura del menor toqueteado más lugares con sus largos dedos— ¿que querías decirme, cariño...? —pregunto acercando su lengua al cuello de Luffy para saborear su piel, mientras el más joven sentía su aliento chocar asquerosamente contra su mejilla, agarrando aún con más fuerza sus muñecas, aprisiónandolo contra la pared, sin querer dejarle alguna oportunidad de huida

Luffy movió su cabeza para que el hombre pudiera ver mejor su cuello, saco una de sus manos del agarre de las ajenas, guiandola hacia sus pantalones cortos, aun más cortos de lo normal, y de manera rápida, saco una pistola que traía escondida, de alguna manera—  buen viaje al infierno, ¡hijo de puta...! —sin que el hombre tuviera tiempo para reaccionar, le disparo, justo en el pecho para no rrepetir. Orgulloso de su trabajo, miro al piso, donde yacía muerto el mayor— eso se sintió muy desagradable... —dijo sintiendo un escalofrío pasar por su columna, sacando las lengua y hachinando los ojos, en señal de asco, con algo de sangre en su cara que salpico, Luffy, ¿me oyes? Luffy escucho la voz de su amigo ussop provenir de, lo que podría ser, una radio pequeñita, que solo llevaba en las misiones fáciles, como en la que esta, que solo tenía que matar a un  tipo Rico, y sacarle toda la información posible de las drogas— si te escucho, ussop —afirmo

muy bien, sal de ahí, varios guardias se están acercando —dijo. Luffy buscó una manera de salir sin que lo vieran, observo cada lugar, y se le ocurrió una idea no muy brillante, pero ¿efectiva?, ya veremos

Se acerco a una ventana, viendo la distancia en la que estaba del suelo, 5 pisos, 15 metros cálculo el. Si se pudo lanzar de un helicóptero, puede hacer esto, pero, el problema era que aquella vez tenía paracaidas, y esta, básicamente no. Pensó un poco... No, ni siquiera se detuvo a pensar, y se lanzó a la nada— Luffy, no hagas nada, ace ya va a ayudarte —demasiado tarde quizás, el menor respondió con una risa traviesa en el aire— ay, no me digas...¿enserio?,nonononono...¡luffy, ¿¡por que eres así!?, ¡por enel, por el Buda y por cada Santo!, ¡juro que si esto no te mata, lo hago yo, por preocuparme tanto! —ussop se golpeaba la cabeza contra la mesa, llorando. Realmente su mejor amigo era un loco malditamente denso, insufrible y despreocupado

Luffy solo se mantenía riendo, acercándose más a unos inmensos árboles brondosos, que, seguramente, amortiguarian su caída. Cerro los ojos esperando el impacto, por el contrario, solo sentía como las hojas chocaban en su cuerpo, en cambio las ramas lo golpeaban en lugares como el estómago, casi vomita lo que acababa de comer. Mientras en el piso, un auto negro había llegado, y de ahí salió ace— ¿donde era q- —no término de Fórmular su pregunta, cuando un azabache con cicatriz debajo de su ojo los aplastó de lleno con todo su cuerpo. Por poco, y escupia sus organos— ay... ¿Ya Mori? —murmuro, con su hermanito encima suyo

Luffy tenía varias ramas por todas partes y heridas, de paso— ¡sigo vivo! —se afirmo a si mismo— ¿huh?, ace ¿que haces ahí tirado? —pregunto, sin salir de la espalada del mayor

— audiciónando para Caperucita Roja, ¿tu que crees?, mejor no me respondas —dijo con una vena marcada en la frente y su ceja temblando— creo que hasta me rompiste una costilla —vocifero desganado

— ¡bueno, bueno, ace!, ¡tenemos que irnos antes de que nos disparen! —dijo, agarrando a su hermano mayor como saco de papas, llevándolo dentro del auto

Ace solo analizaba en lo muy considerado que era su hermanito, al tirarlo, sin importarle, dentro del auto, mientras el, se sentaba al frente del volante, lo que le llevó a pensar si su hermano siquiera sabe algo de conducción. Luffy, dándole igual, giro la llave y piso con todas sus fuerzas el acelerador, empezando a chocar cualquier cosa. De un momentos otro, el auto ya estaba en la calle, pero no de la manera más segura, y es que, el menor, giraba el volante de forma bestial, llevándose por delante postes, árboles, alguna que otra casa, y personas, por suerte lograban evitar ser aplastados, algunas. Ace gritaba el ave maria, y el padre Nuestro, por las dudas, enganchando sus uñas al asiento, su corazón quería salirse del lugar, alguien, por favor ayudeme pidió mentalmente

Si antes, en el suelo, estaba que le daba un infarto, pues se le iría el alma con lo que estaba por hacer el menor. Luffy vio un puente, claro, este tenía que estar cerrandose, muy oportuno para la cordura de ace. El de sombrero de paja aceleró con todo, riendo. Ya en el aire, todo se sintió en Cámara lenta, demasiado lenta para ace— ¡¡aaAaAAAaaHhHh, ¡¡SI SALGO VIVO, JURO DEJAR DE DECIRLE PIÑA A MARCO!! —grito asustado, cerrando los ojos, esperando morir. Vaya sorpresa que se llevó cuando cayó al suelo, sin ningún inconveniente, vivo, con el auto completo, y sobre todo vivo, soltó un largo suspiro de alivio— no fue tan malo... —Luffy giro su cabeza para ver a ace, llamandolo,se podía ver en su rostro algo de duda—¿que?, ¡mira al frente, mira al frente...! —sin duda, algún día moriria de un infarto

— ¿es cierto lo que dijiste de marco? —pregunto, hechandole una mirada de reojo

— eso contaba en el aire —

...

La mansión se encontraba extrañamente tranquila, sin la presencia de dos azabaches, por el pasillo, caminaban el Rubio de peinados raro y el bigote anti gravedad, charlando sobre las noticias de la mañana y los Posibles enemigos. Se detuvieron cuando empezaron a escuchar un ruido extraño que se iba acercando poco a poco, como si fuera un motor, y dentro del motor, había un niña con voz muy, muy, demasiado aguda llorando o gritando, siendo torturada por alguien— ¿oyes eso oyaji?, yoi—mencionó marco viendo a la puerta, el ruido ya se estaba haciendo los suficientemente fuerte como para empezar a molestar

Y de la nada, un auto negro atravesó la puerta de entrada, mandando a volar varios pedazos de madera, al menos ellos estaban a varios afortunados metros, una de las puertas se abrio, dejando ver a un azabache con una cicatriz debajo de su ojo izquierdo— ¡ya llegue! —afirmo moviendo su brazo para que lo vieran, del otro lado salió ace, medio muerto, medio vivo, tratando de levantarse

— ayuda... —suplico sin aire, con su espalda arqueada y manos apoyadas en sus piernas, con la cara pálida, casi sin pupila. Esto llevó a pensar a los mayores que algo le había hecho Luffy a ace, que parecía traumado. El pecoso seguía tratando de respirar, cuando algo sintió en su pie, lo estaba tocando, o más bien agarrando, guió su mirada a aquella cosa, y una mano humana, una mano humana lo estaba agarrando, palidecio aún más. Probablemente sea de una de las personas que atropello Luffy sin querer queriendo— ¡¡un zombie!! —grito alterado, se soltó del agarre, y se fue corriendo, poniéndose detrás de barba blanca

Al contrario de lo que pensaba ace, o cualquier espectador de aquella rara escena, de debajo del auto salió nada más, ni nada menos que un payaso de pelo azul con vestimenta extraña, golpeado algo sucio, y enojado, sacándose el polvo de su ropa como si no lo hubieran atropellado— ¿por que sigues vivo? —fue el primero en preguntar Luffy, como si en verdad lo quería asesinar. El payaso extraño se alteró, comenzando a gritar

— ¿¡que, acaso me querías matar!?, ¡yo solo estaba caminando cuando el idiota este —apuntó a Luffy que reia despreocupado—me paso por encima con ese mugroso auto!, ¡ni yo se como sobrevivi! —chillo con su voz aguda, pisando con fuerza el suelo, demostrando aún más su enojo. No pasó mucho tiempo hasta que los demás hermano, más ussop, llegaran a la puerta de entrada, todos con un mismo pensamiento, extraño..., aunque, la verdad, se quedaban cortos

— ¡luffy!, ¡¿que pasó aqui!?, ¡esto es mas raro que cuando terminaste teniendo como amigo a una super estrella de la musica y aún medio cyborg que le falto hacer piernas, o cuando te peleaste con un Dios! —ante esto último, los presentes allí giraron su cabeza para ver a ussop, queriendo una explicación— no pregunten, sería dificil de explicar —dijo, analizando bien sus comparaciones, y no, lo que esta viendo no es lo más raro que hizo su amigo, si pudiera elegir, sería cuando... No, la mayoría de cosas que hace son extrañas, arriesgadas y divertidas

— bueno, ¿podemos irnos? Tengo hambre —soltó Luffy en un puchero. A todos los demás se les formo una vena en la frente

— ¡acabas de romper la puerta!, ¡¿y solo eso te importa!? —gritaron, pero de todas maneras Luffy era Luffy, y si, solo piensa en comida, ni siquiera sabían por que preguntaron eso

¡que se atreva el valiente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora