𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|

04

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Alaska buscaba con su mirada a su hermano pero no lo hallaba por ningún lado, le parecía extraño ya que Draco estaba devuelta en el salón pero Potter no.

— Ron sabes algo de Harry? — Pregunto Alaska a lo que el pelirrojo negó.

Estaba algo preocupada por él, cuando Draco le dio una mirada y una sonrisa algo arrogante pensó que lo había metido en problemas. Así que luego de clases hablaría con él.

Cumplió con su palabra y sin importar que estuviesen sus dos amigos allí lo tomo de su túnica y lo miro de mala manera.

— Dónde está Harry?

— Y porque debería saberlo? No es mi estúpido hermano — Respondió Draco tomando la mano de Alaska —. Porque no pierdes tu tiempo con cosas importantes, por ejemplo en mí.

Alaska rodó los ojos y lo empujó un poco para abandonar el salón junto a sus dos amigos mientras oían la risa del otro trio.
En el camino la niña tenía pensado preguntar algún profesor que estuviese cerca, tal vez era exagerado pero nunca estuvo tan lejos de Harry por mucho tiempo y a demás sin siquiera saber dónde estaba.

— Profesor Snape — Dijo Alaska.

Tal vez la envié al demonio pero no perdería nada con intentarlo, el hombre con cierta sorpresa la miro de pies a cabeza.

— Estoy ocupado, vuelvan a su sala — Severus quería huir de Alaska.

No sabía el porque lo ponía nervioso, tal vez el simple hecho que sea una Potter o que sea casi idéntica a su madre.
Su cuerpo se tenso por completo cuando sintió la pequeña mano de Alaska tomando la suya, la miro fijamente y se veía tan delicada, su piel era pálida pero muy cálida al mismo tiempo.

— Por favor profesor, no sé dónde está Harry — Su corazón pareció templar al ver esos ojos brillosos llenos de preocupación.

Le recordaba tanto a Lily que no pudo articular ninguna palabra, cuando Alaska soltó su mano muy dentro de él pedía que no lo haga que mantuviera su calidez en su piel fría.
Soltó un suspiro y reaccionó cuando los otros dos lo vieron algo confusos.

— Ven conmigo — Dijo Snape fingiendo sonar indiferente.

Los tres niños siguieron al profesor hasta la dirección de Dumbledore pero lograron ver a Harry hablar con la profesora McGonagall, Alaska chillo de emoción y sin pensarlo corrió hacia su hermano para abrazarlo y luego darle un golpe en su hombro.

— Eso porque fue? — Pregunto Harry tomando su brazo.

— Tonto me tenías preocupada, nunca me dijiste que faltarías a clases — Dijo Alaska —. Gracias al profesor Snape pude encontrarte.

El hombre continuaba allí observando la escena pero al sentir la mirada de todos allí volteó para marcharse.

— Gracias profesor! — Dijo Alaska antes que pudiese marcharse.

Se detuvo por un momento pero avanzó para olvidarse de eso. McGonagall sonrió al notar lo que había sucedido, no era habitual que Snape ayudase a un alumno ni siquiera como el deber de un profesor, sabía que Alaska iba a comenzar a quebrantar aquel caparazón dónde se ocultaba la sensibilidad de Snape.

Harry mientras se dirigían al comedor les explico que la profesora McGonagall la había sugerido que hiciera las pruebas de Quidditch y le presento al capitán del equipo.

— Que es el Quidditch? — Pregunto Alaska confusa.

— No sabes lo que es? — Ron estaba indignado.

— El Quidditch es un deporte conocido en el mundo de los magos y consiste en...— Hermione fue interrumpida por un bostezo de Ron.

Ron la molesto con que nadie le había pedido su opinión eso causo que Hermione se molestará y se fuera de allí, Alaska los fulminó con la mirada para ir detrás de su amiga.

— Hermione...no lo decía en serio, estoy segura que tu información era bastante valiosa — Alaska intentaba alcanzarla pero era casi imposible ante el alboroto de alumnos.

En un momento cayó al suelo cuando chocó con el cuerpo de alguien. Era el mismo chico de su casa pero más grande que ella.

— Lo siento no te ví...— Fue lo único que dijo antes de marcharse muy apurado.

Volteó por un momento pero luego siguió corriendo, Alaska se levantó del suelo molesta y mientras murmuraba cosas sin sentidos buscaba a su amiga en la biblioteca.

[...]

Al fin era sábado y los estudiantes descansan luego de una dura primera semana de estudios.

— En serio no quieres venir conmigo? — Pregunto la niña a su amiga.

Volvió a negar para sumergirse en sus libros, Alaska soltó un suspiro y se despidió de ella para salir de la sala de Gryffindor. Hermione estaba molesta con los dos niños y más aún cuando los oyó decir que no tenía ningún amigo, Alaska debió recordarle que no era cierto ya que la tenía a ella y claro les dio un gran sermón a su hermano y al pelirrojo por tratar de esa manera a una niña.

Alaska encontró a Ron jugando ajedrez mágico con Seamus y se mantuvo allí con ellos por un momento hasta que decidió ir por Harry quien si mal no recordaba estaría con el capitán de Quidditch.

— Hola profesor Snape — Dijo la niña con amabilidad sin esperar respuesta alguna.

A pesar que le había tomado algo de odio al profesor al inicio de clases, fue solo por unas horas luego comenzó a caerle bien a pesar que Severus parecía no demostrar nada al respecto. Así que lo saludaba como hacía con todos los profesores, al fin y al cabo era una niña muy dulce cuando alguien le caía bien.

— Potter — Dijo Alaska llamando la atención de los dos chicos.

Arrugó un poco su nariz cuando noto que el capitán de Quidditch era aquel chico quien se había quedado viendo su cicatriz y luego la había tirado al suelo.

— Al, adivina que? Entrare al equipo — Harry estaba más que feliz al anunciarle aquella noticia a su hermanita.

— Sabía que lo lograrias — Lo abrazo.

Oyó como el chico se aclaraba la garganta y por eso se separó de su hermano, Harry sonrió un poco y decidió presentarlos.

— Al, él es Oliver Wood capitán del equipo de Gryffindor — Dijo Harry —. Oliver ella es mi hermana Alaska.

— Si lo conozco, me llevo por encima el lunes cuando pasaba por el pasillo y ni siquiera se preocupo en saber si estaba bien — Dijo Alaska con una sonrisa sarcástica mientras se cruzaba de brazos.

Oliver soltó una leve risilla y la miro fijamente para extender su mano.

— Siento eso, llegaba tarde a mi clase — Respondió Oliver —. Y si me fijé si estabas bien ya que voltee y tu te estabas levantando así que...

— Eso no cuenta, hasta pude haberme roto una pierna — Dijo Alaska sin aceptar el apretón de manos —. Así que deberás hacer más que un simple lo siento.

Harry rodo los ojos y Oliver sonrió, a pesar de ser una niña tenía temperamento y también era muy linda.