𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|

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Sus ojos debieron parpadear dos veces al ver quién era, quería corroborar que era real y no un producto de su delirio ante su debilidad.

— Oliver...— Dijo casi como un susurro.

El muchacho algo perplejo por lo que había hecho posó sus ojos en Alaska, no la había visto desde su graduación ya no se veía igual a una niña era toda una mujer ante sus ojos y sobre todo su belleza seguía intacta hasta más que nunca.
Oliver también era todo un hombre, su cabello estaba corto como cuando Alaska lo conoció por primera vez pero su rostro llevaba con él una barba que lo hacía aún más varonil.

— Al! — Ambos sonrieron mientras avanzaban hacia el otro para recibirse con un cálido abrazo de reencuentro —. Tanto tiempo.

Estaba algo apenado después de todo no habían seguido con la comunicación como ellos pensaban, Oliver entro a los equipos grandes de Quidditch y no tenían tiempo para escribir, Alaska por otra parte no se había relacionado con nadie más que los que ya la conocían y sabía lo que había sucedido con ella cuando Voldemort la tenía bajo su control.

— Me alegra verte otra vez — Dijo con completa sinceridad, volvieron abrazarse pero una batalla seguía en pie —. Gracias por ayudarme, ahora ve y cuídate.

Alaska busco su varita y se dirigió hacia el otro extremo del castillo tomando un camino diferente al de Oliver. Pero este antes que ambos se marcharán por sitios diferentes decidió detenerla dejándola confusa pero ya no aguantaba, tenía enfrente suyo una diosa y una última oportunidad para recuperarla por eso sin importar nada le dio un corto beso para que pudiesen irse con tranquilidad al saber que si uno moría podía estar en paz al ver que se había despedido de su amor verdadero.

Corría mientras mataba mortifagos pero su piel se erizo por completo cuando oyó la voz de Snape quien hablaba con Voldemort, estuvo apunto de entrar pero alguien cubrió su boca y la oculto.

— Harry...— Susurro este la abrazo y le pidió que hiciera silencio.

Oyeron como Voldemort mencionaba que la varita de Saúco no lo obedecía como él esperaba y a pesar que Snape intento convencerlo que lo haría termino tomando una drástica decisión que sorprendió a los cuatro chicos, decidió matar a Severus para que la varita diera todo su poder al señor tenebroso. Alaska fue impulsiva no pensó con claridad su acto pero se safo de los agarres de su hermano y entro encontrándose frente a frente con Lord Voldemort.

— No le hagas daño...— Suplico Snape en el suelo.

Pero Voldemort la veía encantado, Alaska con lágrimas en sus ojos dejándose llevar por la ira comenzó a lanzar hechizos a lazar provocando una pelea entre ambos, era sorprendente que ninguno de los dos podía dañar al otro. Harry sin pensarlo luchó junto su hermana en aquel momento, pero Voldemort junto a su serpiente lograron que Alaska saliera expulsada hacia el lago donde se sumergió al quedar inconsciente.