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Último día en Hogwarts ya muchos estaban preparando sus maletas y otros caminaban por el castillo aprovechando el último tiempo con sus amigos. Alaska decidió darle una pequeña visita a dos de sus profesores, Snape se encontraba ordenando su salón para después cerrarlo.

— Necesita ayuda profesor? — Pregunto Alaska tocando la puerta para que supiera de su presencia.

— Señorita Potter, que la trae por aquí? — Pregunto Snape con tranquilidad.

— Quería hablar con usted — Dijo Alaska —. Se lo que hizo por mí aquel día y no quería marcharme sin agradecerle por querer protegerme y guardar aquel secreto.

— No debe agradecerme, ese hombre merecía tal final y fue muy valiente al tomar esa decisión ni su hermano lo hubiese hecho — Dijo Snape sin verla mientras seguía ordenando sus últimas cosas.

— Aún no se porque reaccione de esa manera es algo que día y noche me preguntó — Confesó la muchacha.

— No debe preocuparse señorita Potter, no será ni la primera ni la última que haga eso — Dijo Snape —. Así que si fuera usted acabaría con esos pensamientos erróneos y disfrutaría de mis vacaciones.

Alaska soltó un leve suspiro y asintió con una sonrisa al saber que Snape podía tener razón sobre ello. Ambos salieron del salón y la muchacha dispuesta a irse fue detenida por el profesor.

— Tu madre estaría orgullosa de tí — Oyó a Snape —. Nos vemos el próximo año señorita Potter.

Le sonrió y siguió caminando hacia el salón de defensa contra las artes oscuras dónde encontró a su padrino guardando todo hasta su maleta.

— Alaska que grata sorpresa puedo ayudarte en algo? — Pregunto Remus.

— Solo quería despedirme antes de regresar a casa y espero verlo el próximo año — Lupin sonrió con cierta tristeza.

Le menciono que no estaría el próximo año, se alejaría un poco de la escuela para la seguridad de todos inclusive la suya. Alaska no podía impedirlo porque el hombre ya había tomado una decisión pero le prometió que la seguiría viendo y que estaría allí para ella cuando lo necesite no importa el motivo, el momento o la hora allí estaría.

— Oh, Al ten te lo envía un viejo amigo — Dijo Lupin entregándole un paquete que decidió abrir en su cuarto.

Tuvo la suerte de estar sola allí, al abrirlo encontró un libro sobre antiguas leyendas mágicas y allí había una carta que al abrirla encontró una pluma allí, si mal no recordaba pertenecía a Buckbeak.


- Querida Alaska;

Al verte nuevamente mis recuerdos me llevaron aquel día cuando tu padre te cargo en sus brazos y con felicidad nos presento, tenías aquella mirada de temor a lo desconocido pero un brillo especial que demostraba tu fortaleza. Fue el día más triste de mi vida cuando mis grandes amigos y mis pequeños sobrinos debieron marcharse pero entendí que era para el bien de todos y agradezco que haya sucedido ya que no hubiese sido la misma historia si permanecian con nosotros.
Eres idéntica a tu madre, hermosa y valiente como alguna vez lo fue Lily estoy seguro que James ya hubiese puesto guardaespaldas para proteger a su pequeña princesa de cualquier muchacho que quisiera acercarse. Pero en lo que tus padres hubiesen coincidido y me incluyo es que eres un orgullo de mujer que protege a los que ama y cumple con todas sus metas, mi querida sobrina mi deseo más profundo en estos momentos es que pronto se unan a mí y a mi hogar para conformar aquella familia que alguna vez tus padres quisieron. Por ahora debo despedirme pero no por mucho tiempo, volveré a verlos eso no lo dudes.

PD: Harry me contó que te encanta leer, fue uno de mis favoritos espero que también sea el tuyo.

- Se fuerte, te quiere tu tío S.B.


Alaska sonrió con amplitud y guardo con mucho cuidado el obsequio de su tío Sirius en su maleta para no olvidarlo allí en su habitación. Se levantó de su cama y observo por la ventana el paisaje que le brindaba el castillo desde ese lugar no pudo evitar pensar cuando llego por primera vez y como aún seguía allí, por un momento la imagen de sus padres se hizo presente y sonrió con nostalgia.

— Al! Debes venir la cena ya está lista — Dijo Hermione a lo que su amiga asintió y fue con ella.

Dumbledore dio un discurso antes de comenzar con la cena y menciono cual fue la casa que había tenido más puntos este año, como era de esperarse se despidió de aquellos que no volverían a Hogwarts y les agradeció por su estadía en el colegio.

— Y para los que aún deben volver, nos veremos pronto en el próximo año — Dijo el hombre para luego levantar una copa y oír los aplausos de todos allí.



[...]

Alaska esperaba a Oliver quien terminaba su despedida con sus amigos y algunos profesores que lograron marcar su vida, luego con una sonrisa algo entristecida camino hacia su chica para abrazarla.

— Prometes no olvidarme? — Fue lo primero que el muchacho dijo.

— Jamás te olvidaré Oliver Wood fuiste y serás mi primer amor — Confesó Alaska —. Pero quiero decirte solo una cosa, si te enamoras de otra mujer no sientas culpa por ello hazlo y amala con locura como alguna vez me amaste a mí, sigue tus sueños y si en ellos está el formar una familia entonces cumple con ello yo lo entenderé y estaré feliz por tí, porque si tu eres feliz yo también lo soy.

— Me duele dejarte ir pero está bien, aún que siempre te esperaré preciosa y cuando acabes la escuela nos casaremos — Las mejillas de Alaska se tornaron rojas —. Si es que aún me recuerdas y no tienes a otra persona en tu vida.

— Te quiero Oli — Dijo Alaska acariciando la mejilla del muchacho.

— Y yo a tí mi pequeña Potter — Dijo Oliver para luego besarla.

Por más que les dolía era un beso de despedida, sus corazones anhelaban reencontrarse tan solo una vez más y si la vida no los quería juntos otra vez lo entenderían y estarían felices por el otro ante su crecimiento.

Oliver subió a su compartimiento viendo una vez más a Alaska y cuando la muchacha debió subir al suyo le lanzo un beso antes de desaparecer entre todos los estudiantes para ir junto a su hermano quien al recibirla lo hizo con un abrazo y una sonrisa comprensiva.

— Estarás bien Al...— Dijo su hermano para después depositar un beso en la frente de la chica.

Cuando el expreso comenzó a moverse supieron que otro año se había marchado de sus vidas pero este fue diferente a pesar de las tantas emociones que sintieron en esos momentos, aún así decidieron quedarse con lo bueno provocando alegría en sus corazones.

𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora