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Cuando Stacy llegó al parque, le pareció un milagro que Steve ya estuviera esperándola.

—Esto si es una sorpresa. Tardaste dos días en poderte reunir conmigo y cuando pensaba que me dejarías esperándote durante una hora, descubro que por primera vez llegaste a tiempo —confesó, sentándose a su lado.

—Estaba muy aburrido, ya quería salir de mi apartamento.

—¿Y tú chica del momento? ¿La modelo que estaba contigo en el juzgado? —La abogada la buscó por todo el parque y no la encontró—. Fue extraño que no estuviera en nuestra reunión anterior, pero más extraño que ahora no lo esté. No se despegaba de ti.

Steve se rascó incómodo detrás de una oreja. —Me dejó hace semanas, parece que ya no soy lo suficiente hombre para ella. Las mujeres solo me quieren por mi dinero, como a mi padre.

Stacy se contuvo para no darle un jalón de orejas por echarla en el mismo costal que sus otros amoríos. —Supongo que es mejor solo que mal acompañado.

—Sí, la buena noticia es que cada vez falta menos para dejar de usar las muletas. —Con un suspiro de cansancio, Steve se volvió hacia Stacy—: ¿Qué noticias hay en el caso?

—He descubierto que existe un video del accidente. Un bar a unos pocos metros del lugar del accidente tiene una cámara de seguridad. Sin embargo, el video está extraviado.

—Entonces, no sirve de nada.

—Accidentalmente descubrí que los miembros de los Demonios son asiduos al club, así que deben tener el video en su poder.

—Esas son buenas noticias, Stacy. —Steve no pudo contener su alegría y aplaudió—. ¿Enviarás a la policía a buscar el video a su club?

—No soy un fiscal, así que no puedo disponer de la policía a mi antojo.

—¿Eso qué significa?

—Garrick posiblemente dirá que no hay relación con el caso, que los Demonios son clientes del bar, pero yo diré que es una gran coincidencia y hay una buena posibilidad de lograr que la demanda proceda.

—Eso sigue siendo muy buenas noticias, aunque no lo dices muy animada —dijo Steve, frunciendo el ceño con desaprobación.

—Steve, no quiero ser pesimista. Hay varios asuntos que nos siguen afectando, tu grado de alcohol esa noche, tu pelea en el bar. Si ellos tienen el video, ¿no crees que ya se deshicieron de él hace mucho? Seguimos estando en desventaja. Si resulta que el dueño del bar me mintió y solo le dio pereza buscar el video... ¿Si se demuestra que tú fuiste quién cometió ese error? ¿Si hay una contra demanda? También hay un tema importante que arreglar, los honorarios. A mi puedes pagarme cuando estés en una mejor situación, pero debes pagarle al bufete los honorarios de la investigadora, lo que costará conseguir a los especialistas para el juicio.

Haciendo una mueca, Steve se frotó el rostro con la mano.

—Eso suena a muchos problemas.

—Lo sé. Tengo la apelación lista, pero necesito que seas plenamente consciente de tu situación antes de llevarla al tribunal de apelaciones. Patrick Quinn tiene las de ganar.

Su amigo miró fijamente un grupo de pájaros volar sobre las ramas de los árboles. Después de una eternidad, dijo—: ¡El que no arriesga, no gana! ¡Vamos a juicio, Stacy!

La abogada asintió, sabiendo que esa sería su respuesta mucho antes de hacer la pregunta.

—De acuerdo. Mañana ingresaré la apelación y te llamaré para informarte de la fecha que nos han otorgado, ¿bien?

ComplicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora