País de las Maravillas

Capítulo 1

Cómo decir esto con más énfasis. Mi día es una total basura.
Díganme qué no les ah pasado en esos días que te va mal y empeoran, por que eso es lo que me pasa justo ahora.

Cómo se me pudo olvidar que hoy había un exámen de matemáticas, Dios estoy que me tiro por la ventana y así terminar mi insufrible vida, y no, no exagero, para nada eh.
Primero lo primero en la mañana no fue un buen despertar, aunque ningún día desde que vivo en esa casa eh tenido uno bueno.
Mi tía o mi grandiosa tía se le ocurrió despertarme a las 5am disque para asegurarse de que no faltará a la secundaria hoy porque según ella, yo me quedaría dormido y en eso no miente, porque si fuera por mí me quedaría durmiendo todo el día. Aunque estar hay tampoco es algo que me agrade, pero eso ya es otra cosa a la que no quiero recordar en estos momentos.
Lo segundo es que el autobús me dejó, la culpa, pues fue de mi tía recordándome todo lo que tengo que hacer en el día ya que ella estaría afuera y llegaría tarde, como si eso fuese a pasar y más con el guardaespaldas gorila que me sigue a todas partes. Porque si, tengo uno cortesía de mi tía. Una lista interminable que por ende perdí el bus.
Y para que la cosa fuera mejor, me sale este profesor con un exámen. Cosa que no recuerdo que dijera en anteriores clases, pero bueno, tampoco es que yo prestará mucha atención. Odio las matemáticas, igual que la física y química, pero como aún soy menor de edad no puedo negarme y hacer huelga. Porque aún no tengo la independencia suficiente. Me c*g* en el que dijo eso. Ah espera fue mi tía. Ya mejor me tiró de un puente.

En fin, no estudie, aunque la clases que dió para hacer este examen eran fáciles, como dije no presté mucha atención así que será lo que Dios mandé.

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Una hora después de ese insufrible examen del cual no hize todo y deduzco que lo poco que hice no eran las respuestas correctas. Mejor me concentro en mi siguiente clase antes de que me dé un tic nervioso por pensar de más en algo que ya estaba más que perdido desde el principio.
Mi siguiente clase es de biología, no me va de maravilla pero tampoco me va pésimo así que lo dejo en un 50 y 50.

La profesora comenzó a explicar un tema de microbiología y a mi pesar no me interesa, Dios desearía tener mi cuaderno de dibujos ahora pero tengo que estar pendiente de la clase. Ayer terminé un dibujo un poco particular, que me dejó una extraña sensación. Comencé sin más, no tenía una idea clara, solo agarre el color que toque y comencé un trazado de matices azules turquesa y plata, a mi parecer se veía bien. Parecía hasta niebla, humo si veías mejor pero lo que me dejó con esa sensación fue el toque final que hice. Como si no estuviera conciente o como si mi mano tuviera vida propia, cosa que me suele suceder cuando dibujo. Hice en todo el medio, una sonrisa y no una linda sonrisa, era más como una que hacen los locos o psicópatas. Algo así, y aún con todo y eso me pareció un lindo dibujo y no porque lo hice yo, por qué aún con todo y sonrisa macabra me gustó y me sentía bien al haberlo dibujado.

En conclusión ese es uno de los cuales pondría como mi favorito, talvez se lo enseñe a mi madre cuando la vaya a visitar.

La última vez que le lleve unos de mis dibujos, eran dos, uno de un corazón Blanco con una corona dorada en la cima y unas flores de colores azul, rojo y violeta rodeándolo. Me gustó mucho como quedo y quise enseñárselo, le gustó y mucho, tanto que se lo regale, insistí mucho con la persona que la cuida ya que no dejan que se queden con cosas de afuera, por si eso le activaba un tic de locura como yo suelo decir. Pero al parecer el dibujo la relajaba, así que no hubo tanto problema.

El problema fue al enseñarle el otro dibujo, en este consistía en un jardín pero eso no era todo, en el jardín había tres personas o mas bien decir seres sin rostros todos negros como una sombra. Hay ella entró en crisis, gritaba y me decía que huyera que no estaba a salvó, yo la trate de tranquilizar, pero ella seguía gritando y temblando. Me había acostumbrado a verla en ese estado a veces, pero el miedo que vi en sus ojos fue como si de verdad estaba aterrada. No sé porque le enseñé ese dibujo, creo.. creí que quería una opinión, y a la vez comprobar algo, aunque más que comprobar me aterre con la acción de mi madre.