Capítulo 3

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Al día siguiente y cabe resaltar mis grandes ojeras, cara pálida y mi mal humor de que no dormí en toda la noche, ya que dicha pesadilla me mantuvo inquieto el resto del día y en la noche no fue mejor.

Estaba caminando por el pasillo de la escuela me dirigía al comedor a ver si podía comprar un café por qué lo necesitaba con urgencia, por el camino me topé con Ste y lo primero que hizo fue...

-Madre santísima ¿Que te paso? Sabes que no debes trabajar de noche de drag Queen en los burdeles, ya después no pegas un ojo y pareces un zombie en el día - la mire mal, está ridícula.

-No Ste, no trabajo de noche de drag Queen - solté un suspiro de cansancio - solo no dormir bien.

-Me miró preocupada cosa que no entendí a la primera - ¿Pesadillas Alex? - asentí sin más que aportar.

Me acompaño por todo el trayecto a la cafeteria, argumentando de que si me desmayara ella me grabaría y lo subiría a la web. Sé que estaba bromeando (¿o no? De ella nunca se sabe), la conozco bien para saber que estaba preocupada más lo ocultaba con bromas.

Después de comprar esa esencia tan majestuosa llamada café, si estoy exagerando pero enserio lo necesitaba. Nos fuimos a nuestra respectiva clases, mi primera en ese día era deporte y con mi condición física de hoy se que será un asco.
El profesor Martínes o como todos le decían el Gritón, ya que por cualquier cosa andaban gritando, no sé cómo no se ah quedado afónico ya.
Nos mandó a trotar por 5 minutos a toda la cancha, algo sencillo y que no me supondría mucho problema, todas las tardes cuando no dibujaba o me escapaba para tomar un respiro, me gustaba trotar, también hay un gym en la casa así que hago ejercicio casi al caer la noche, no tengo el mejor cuerpo de un dios griego, pero por lo menos estoy físicamente en forma y tengo bastante resistencia, algo bueno ya que el Profe Gritón no tendrá piedad de nosotros, nunca la tiene.
Después de trotar, hacer 500 sentadillas, o por lo menos las que podíamos hacer, 500 abdominales, 200 flexiones, y practicar con el balón por casi 30 minutos, se terminó la tortura que para los que no solían hacer ejercicio eso fue una masacre a niveles globales, para los que hacen poco o hacen algún que otro deporte como yo, fue Canson, y para los deportista de la escuela fue más como un calentamiento ya que no vi en ningún momento que se quejaran o que sudaran los muy imbéciles.
Por lo menos no me iré con una nota baja, así que para mí esta bien.
En toda la práctica o clase de tortura, digo deporte, sentí que me observaban más no le preste mucha atención, aunque sigo con esa sensación incómoda. Sutilmente mire a mi alrededor pero no vi nada así que lo deje pasar y seguí con lo mío, que es ir a las duchas para después a mi siguiente clase.

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Fue un día agobiante, solo por el hecho de que me estaba durmiendo en las clases, y quién me puede culpar, historia es una clase un tanto aburrida, no se para que quiero saber cómo es que dos países iniciaron dos guerras mundiales y qué color de ojos tenía el presidente, la ropa, y esas cosas no me llaman la atención, pero bueno si fuera la historia de la pintura y como nació y eso, no me escucharás quejarme en ningún momento, suelo ser así de extraño jajaja.

Ya estaba en mi cuarto, recién me había duchado y me disponía a hacer la tarea que nos mandaron hoy, cuando algo me vino a la mente, una sonrisa, una muy hermosa pero macabra. Dios porque pensé en eso, todo el día me distraje con cualquier cosa y ahora ando pensando en ese sujeto. Bueno no importa, me pondré a hacer la tarea, me coloqué mis audifonos para escuchar música y estar más relajado.

Estuve por lo menos una hora terminando todo y que dolor tengo, me duele la espalda y la mano de tanto escribir, por no decir que mi trasero también se está quejando, del resto ya terminé todo y ahora que ya no me queda trabajos pendientes, veré si me pongo a dibujar o mejor me iré a correr un rato, el día está fresco y así se me quitara lo tenso de mi cuerpo.
Me quite la ropa y me puse una más cómoda para ir a trotar, es raro que aún con la práctica de esta mañana, aún tenga ganas de salir a trotar, la diferencia es que aquí no me gritan y puedo trotar calmado y con música.

Salí de la casa de mi tía. Aunque debería resaltar y aclarar que de casa no tenía nada, ya que era más bien un tipo de mansión con tantos cuartos del cual no utilizamos más que mi tía, yo y unos que otros sirvientes y Si, hay sirvientes, cocineros, jardineros, entres otros empleados, a parte de mi guardaespaldas claro está.
Dejando eso de lado me dispuse a trotar y me perdí en mis pensamientos, en como extrañaba a mi madre, en el cambio que tuve de un día para otro, nunca me llamó la atención nada del dinero o de que mi tía sea millonaria (de dónde saco el dinero o la fortuna) ni idea y tampoco me dan ganas de preguntar.
Yo era feliz en la granja, la paz que hacía hay era algo que esta casa nunca me dará, extraño a mis mascotas, mi tía al no gustarles los animales no me dejó tener ni a una gallina, como Gertrudis o mi cabrita Michi, una persona cruel diría yo. En ves de eso los donó o regalo a un zoológico, que queda al otro lado del país, así que me es un poco imposible ir a visitarlos.

Siguiendo con mi trote no me di de cuenta cuando me desvíe y me introduje en el bosque, a veces venía para acá ya que es un lugar muy bonito, algo atemorizante por sus grandes árboles y la frondosa vegetación pero aún así hermoso. Seguí con mi trote, no me pararía aún, hacia una brisa que me resultaba refrescante, más los árboles que tapaban el sol que hacía, dando una sombra por donde trotaba, más la música. Para mi era un momento perfecto para olvidar el día de mierd* que tuve.

Eso era lo que creí, aunque sinceramente no pensé que tal cosa sucediera justo ahora...

País de las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora