13. ¿Solo una historia de Instagram?

95.1K 5.7K 2K
                                    

No quiero que piensen que los tengo olvidados je


SAWYER.

Le doy una mala mirada a Chris cuando lo veo acercarse a la camioneta.

—Vamos a llegar tarde si no te apuras —le digo aprovechando que la ventanilla está baja. Me estuve resistiendo a no tocar la bocina para apurarlo, porque son las seis de la mañana y apenas está amaneciendo. En conclusión, por una de las ventanas de la fraternidad me lanzarían un jodido bate de béisbol si no los dejo dormir.

Chris no me responde. Solo me mira con cara de pocos amigos antes de abrir la puerta y subirse a mi lado, deja su bolso en el asiento trasero, junto al mio.

—Ya lo sabes, pero no me importa. Yo te lo diré —digo mientras cierro la ventanilla y acelero por la calle vacía—. No debiste haberte quedado hasta tan tarde. ¿Quién era?

—Suenas como mi papá —farfulla Chris y mira hacia otro lado con indignación. Sí, y él se comporta como un niño—. Estuve con Lyla, una amiga de Jordyn.

Asiento.La conozco. Nunca hablé realmente con ella, pero la veo siempre en las fiestas de la fraternidad.

—Hace tres años que sabes que los martes y jueves entrenamos a las siete de la mañana. Solo digo —digo. Tamborileo mis dedos en el volante mientras espero a que la luz se ponga verde.

—¿Qué puedo decirte? Hay chicas por las que uno se quedaría toda la noche despierto —dice en un tono soñador.

Le dedico una sola mirada en un segundo. No aguanta más de eso antes de romper en carcajadas. Hasta él mismo tiene más claro que el agua que aún no hay (y no creo que haya en un futuro cercano) una chica por la que se quedaría toda la noche despierto sin que haya sexo de por medio.

Juro que pagaría para ver a Chris enamorarse de alguien.

Minutos más tarde, llegamos a tiempo ya que el tráfico es liviano. Pasamos nuestras tarjetas por el lector para poder entrar.

Hoy es el último entrenamiento antes del receso por Acción de Gracias. Se siente en el aire una vibra distinta. Todos estamos más que bien tomandonos cuatro días de vacaciones. Sin partidos, ni clases.

Cuando ya estoy listo, entro a la pista antes de Chris. El entrenador Wells está ahí y me pide que hablar un momento. Ayer pasamos la tarde en la habitación de media, viendo partidos y discutiendo sobre nuestro próximo rival. Entonces me habla sobre una nueva estrategia que quiere probar para hoy.

Media hora más tarde, las gotas de sudor se resbalan por mi cuello a pesar del frío. La nueva jugada no está saliendo como esperabamos, pero Wells no nos tira mucha mierda por eso. Aparentemente, en un rinconcito de su corazón de hierro, nos tiene piedad. Ganamos el partido de la semana pasada, acercandonos más al campeonato nacional.

Tres horas mas tarde, estamos saliendo del estadio. Aproveché para ducharme y cambiarme de ropa, ya que tengo que encontrarme con la señora Winston, para nuestros encuentros semanales y hablar sobre mis clases. Generalmente, no es semanal. Pero estas dos últimas semanas hubo exámenes y muchos trabajos que entregar para cerrrar la nota del primer semestre. Así que quisó verme aún más.

—¿Vas al campus? —me pregunta Chris estando en el estacionamiento.

—Sí, sube —le digo.

—¡Evans! —exclama Cole apenas sale del estadio. A su lado viene Jay, el "algo" de mi hermana.

—¿Qué? —disparo con cara de pocos amigos. En lo que puedo, siempre trato de evitar a Cole. Nuestra relación de "amistad" es extraña. A veces somos amigos, como esa noche cuando Jack Henderson apareció en la fraternidad, y a veces estamos a punto de cortarnos la garganta.

La Conquista. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora