La Conquista. [TERMINADA]

22. Fanatismo por los casos perdidos (parte 2)

volvemos a la programación normal;)

MACKENZIE.

Suspiro al leer el mensaje de Jenna. ¿Sigue con el grupo? Dios, ¿cuándo va a terminar?

Solo necesito algo para distraerme. Una noche de películas con Jenna, de esas que se convierten en un consultorio psicológico a mitad de lo que sea que estemos viendo. Pero Jenna ahora está ocupada todo el tiempo.

Vuelvo a suspirar, como si hacerlo varias veces fuera a cambiar algo.

Decido volver al dormitorio, supongo que puedo esperarla allí... Para cuando sea que decida aparecer.

En el camino, recibo una llamada de Sawyer. Sonrío como tonta al ver su nombre en la pantalla.

—¿Hola? —inquiero apenas contesto—. ¿Ya terminaste en el gimnasio?

—Hola —saluda la voz de Sawyer desde el otro lado. Escucho voces a lejos, seguro son sus compañeros—. Sí, acabo de salir. ¿Te paso a buscar? ¿Quieres pasar la noche conmigo?

—Me gustaría, pero estaba esperando hablar con Jenna esta noche. No paso tiempo con ella hace mucho y estoy empezando a sentirme culpable. Además, tenemos que ponernos al día —le explico.

Sawyer no dice nada.

—¿Sigues ahí?

—Sí, sí —responde y aclara su garganta—. Solo estaba pensando. Jenna me dijo que terminará su grupo de estudio tarde. ¿Segura que no quieres que te pase a buscar?

Observo un grupo de chicas pasar por mi lado. Estoy bastante segura que son de primer año. Se ríen escandalosamente mientras se dirigen a uno de los comedores. Una punzada de celos me recorre el cuerpo. Ojalá tuviera un grupo más grande de amigas.

Resoplo y vuelvo mi atención a Sawyer.

—Huh, supongo que podría hablar con Jenna mañana.

—Perfecto. Ya extraño a mi novia.

Pongo mis ojos en blanco, pero no puedo ocultar la sonrisa estúpida que se estira en mi rostro.

—Nos vimos hace un día —le recuerdo.

—Pero solo fui a dejarte tu café. No es suficiente —se queja—. Además, estaba con Chris. Y quiero hacer cosas contigo sin Chris presente.

Me río.

—Entonces, ¿no te interesan los tríos? —inquiero, intentando bromear.

Funciona, porque creo que a Sawyer se le corta la respiración. Tose un poco.

—Dios. No. No con Chris al menos —espeta en un tono de asco que me tiene riendo.

—¿"Al menos"? —arqueo una ceja—. ¿Eso significa que lo tienes en mente?

—No, no lo tengo en mente. No me gusta compartir.

Suelto otra carcajada.

—Nos vemos esta noche, Evans —me despido y corto la llamada.

***

Apenas estamos a un brazo de distancia, salto a abrazarlo, entrelazando mis manos detrás de su cuello. Sawyer, recién salido de la ducha con el cabello mojado y una sudadera de la universidad, me sonríe y se inclina a besarme.

Profundizo el beso. Sus brazos me estrechan más a su cuerpo, y por unos segundos, soy capaz de olvidar al resto del mundo.

—¿Y Chris? —le pregunto cuando nos separamos.