La Conquista. [TERMINADA]

16. ¿Quién es el chico en tu cama?

SAWYER.

Mackenzie se ríe entre mis brazos. Echa su cabeza ligeramente hacia atrás y aprovecho el movimiento para besar su cuello. Las risas se terminan abruptamente.

—Sawyer —murmura en tono de advertencia.

—¿Qué? —le pregunto fingiendo inocencia. Eso es lo último que tengo. La miro a los ojos. La única fuente de luz es la película, pero aún así puedo ver sus grandes ojos marrones devolviéndome la mirada con un poco de miedo.

—No me vengas con eso. Sé a qué juegas.

—¿En serio? —inquiero. Tengo mis manos apoyadas en los costados de su rostro. Me inclino a propósito porque sé que eso hace su respiración entrecortarse—. Porque hace unos minutos eras tú la que quería jugar conmigo.

Esta situación con Mackenzie es un constante tira y floja. Llevamos saliendo hace unas semanas y amo pasar el tiempo con ella, pero siempre que la situación se pone lo suficientemente caliente y pesada para que algo suceda, no sucede. No me estoy quejando, para nada. Voy a darle todo el tiempo que necesite, porque por más que lo quiera tanto que me tiembla el cuerpo con tan solo pensarlo. Entiendo que para ella es más difícil y estoy intentando portarme lo mejor que puedo pero es complicado cuando de momentos parece que sí y luego en otros no. Siento que me está enviando señales confusas todo el tiempo. No estoy acostumbrado a este drama.

Mackenzie se queda en silencio. Noto la duda en su rostro. De repente, me siento como un idiota por haber intentado presionarla. Esta chica está intentando acabar con todo mi poder de voluntad. Resoplo ligeramente y me acerco lo suficiente para dejar un beso en su mejilla.

—¿Vemos la película? —le pregunto.

Ella asiente. Lo que me imaginaba. Me dejo caer a su lado y la atraigo a mi cuerpo para que se apoye en mi. No quiero que piense que soy un imbécil que solo quiere acostarse con ella. Esperé tenerla en mis brazos durante demasiado tiempo como para echarlo a perder por esto.

Intento concentrarme en la película pero me es difícil. Eventualmente, nos deshacemos de todos los dulces que trajo Mackenzie. No pude cenar por lo que me encargo de la mayoría de ellos. Le envíe un mensaje a papá diciéndole que tendremos que posponer las hamburguesas porque una amiga me necesitaba. Dejé el mensaje ahí, sin explayarme más.  Sé que mañana me espera un interrogatorio por parte de mamá sobre dónde pasé la noche. No lo espero con ansias.

La película está por terminar cuando noto que la respiración de Mackenzie se vuelve más pesada. Apago la televisión e intento dormir también. Antes de cerrar mis ojos, fijo mi mirada en la pared. Aunque la luz de los faroles de la calle es demasiado tenue logra entrar por las cortinas de la habitación, dejándome ver las fotografías que faltan de la pared. Cuando entré, noté las marcas que dejaron cuando las sacaron. No me hace falta ser un genio para saber que sacó las fotos con su ex novio, y a juzgar por como luce, eran la gran mayoría. Por lo que Mackenzie me dijo, no vuelve a casa desde el verano, así que debió sacar todas las fotografías ayer.

El pensamiento de que Mackenzie no puede acostarse conmigo porque todavía no supera a su ex, se cruza por mi cabeza. No. Ella no estaría conmigo si todavía siguiera enamorada de su ex. No es ese tipo de persona.

Aprovecho que la tengo en mis brazos para dejar un beso en la coronilla de su cabeza. Su cabello huele a fresas y creo que ya soy fanático del olor. Ahora que la tengo, me resulta difícil imaginarme perderla.  

Siempre un fui tipo muy seguro en todo lo que hago, pero Mackenzie logra descolocarme y que una nueva faceta mucho más vulnerable de mi salga a la luz. ¿Y si solo está conmigo para olvidarse de Marcus? No es raro pensarlo. Apenas terminó con él, empezamos a salir. ¿Siquiera tuvo tiempo para procesarlo?