Diario de uno más

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Después de varios meses de locuras varias, problemas y desvaríos me di cuenta que algo no iba bien.

No tenia ganas de salir, ni de reírme, solo ocupaba mi tiempo con estupideces varias que no llegaban a saciarme.

Muchos días veía que mi novio se estaba cansando de verme así, pero creo que no supo nunca que hacer para ayudarme.

Muchas veces me sentía sola e incomprendida. Estar en un pozo hundida y sin una mano que te saque hace daño. Mas que nada porque tienes que salir sola y sin cuerda que te suba.

No guardo rencor alguno, pero si es verdad que la gente de mi alrededor no se tomaba mi estado como algo grave.

Mis padres ni siquiera sabían lo mal que lo estaba pasando. Supongo que me daba miedo hacer sufrir a la gente.

Los fines de semana se me hacían eternos. Quería salir pero mi cuerpo no tiraba. Y muchas noches me sentía sola. Esperando que esto cambiara o me quedara durmiendo para siempre.

Todas las mañanas me tomaba mi antidepresivo. Hasta que una mañana caí en que esa pastilla me estaba quitando la vida.

Crónicas de una locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora