Querida enemiga

41 0 0
                                    

Llegó la cita con el psiquiatra. Como le explicaba yo a ese hombre que en un principio pedí cita para una cosa pero que iba ya por dos.

Le expliqué mi situación del último año. A lo que le tuve que añadir un corazón destrozado.

Lo primero que hizo fue decirme que no me culpara. Que llevaba matando mi vida día tras día con una medicación incoherente. ¡Que bien! Empastillada y sin control durante un año.

Me puse a llorar desconsolada de la rabia que tenía. No podía creer que algo tan insignificante como una pastilla de 0'20mg pudiera ayudarme a la destrucción de mi vida y a mi propia auto destrucción.

Al salir de la consulta me juré que me pondría bien. Que volvería a ser yo y a recuperar mi vida y mi felicidad.

Crónicas de una locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora