He vuelto

31 0 0
                                    

Pasaban los días y dentro de mi mal de amores volvía mi alegría.

Los días tenían más luz, tenia ganas de reírme y de cantar, bailaba con los viejitos de mi trabajo, salia con mis amigas y muchos días me acostaba con dolor de tripa de tanto reírme.

Descubrí que había gente en mi vida que había dejado apartada por la dependencia que me había creado yo sola hacia una persona.

Fue bonito ver como en la vida se puede tener todo aunque era tarde para compaginarlo.

No tenia ganas de nada pero a la vez de todo. Me faltaba la mitad de mi vida, pero la otra mitad era estupenda.

Para ponerme bien al 100% decidí someterme a una terapia alternativa algo dura y un poco cara también. Pero para la salud no hay dinero que valga.

Comencé la terapia con el objetivo de recuperar a mi amor. Pensaba en mi lo justo. Y fue un gran error. Debemos ser mas egoístas con nosotros mismos.

Después de varias sesiones comprendí que el cambio era por y para mi. Ya que veía que para el no iba a cambiar nada porque seguía sin fiarse de mi.

Fue duro, pero bonito.

Cambié una mente atormentada, nerviosa, que no paraba de inventar por una totalmente tranquila que da a los problemas su justo valor.

Si bien es cierto, la terapia solo me sirvió y me sirve para la vida en general, quererme y valorarme y tomarme todo con una filosofía mas varonil. Para el corazón.... Nada de nada.

Crónicas de una locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora