No se muy bien como titular este último capítulo.
Cada uno de ellos son títulos de canciones de El Barrio.
Toda esta historia gira en torno a un problema psicológico y un problema del corazón.
Si miro atrás ha sido fácil curarme la cabeza si lo comparo con el dolor del alma.
El miedo hace que no sepas como comportarte ante situaciones dolorosas.
Desde un principio sabia que fuera para lo que fuera tenia que dejarle su espacio, su vida, que disfrutara de lo que durante meses no he podido darle.
Pero esa dependencia enfermiza hacia el y el miedo a perderlo me hacia deseperarme cada vez más y más aun sabiendo que lo estaba haciendo mal.
Tampoco es que se portara como debía, ya que las palabras se clavan fuerte y dentro y no te dejan respirar.
Pero pasara lo que pasara ahí estaba yo... Aguantando y atosigando al muchacho hasta el punto de asquearme yo sola.
Tenia algo dentro que no me dejaba seguir. Una esperanza tan grande en él y en su amor que no veía más allá.
No quería conocer a nadie. Nadie me parecía lo suficientemente bueno. Mas bien no era él. Y era lo único que buscaba.
Después de estos meses aquí sigo... Una cabeza amueblada y un corazón deshecho.
A la espera de hacer algo bien y que me deje poder terminar de ser feliz.
Espero que pronto llegue la motivación en la vida y que al menos esos ojos... Sus ojos me vuelvan a mirar.
"Nunca le temi a los temporales porque despues de las tempestades a todo el mundo sale el sol"
Te sigo esperando príncipe.
