Las playas de invierno

50 0 0
                                    

Estaba pasando... Todo se iba a la mierda y no podía verlo.

Esa cara me lo decía y no era capaz de hacer nada. Fue entonces cuando empecé a pensar que algo tenía que hacer.

Lo tenia todo. Mi novio, mi casa, mi perro, el trabajo de mis sueños...

Dejé mi trabajo después de dos meses de baja por ansiedad. Me costó mucho. Pero tampoco lo valoré suficiente. Podía haber hecho mucho más. Lástima que mi cabeza no me dejara actuar.

Encontré un trabajo diferente, pero antes nos fuimos de vacaciones.

La verdad que durante ese viaje me di cuenta que nos queríamos mucho, pero que la cosa no estaba como tenía que estar.

Lo pasamos muy bien, nos reímos mucho, nos emborrachamos... Pero su cara... Esa cara... No me miraba con los mismos ojos.

Supongo que la paciencia tiene un límite. Y que con todo lo que traía detrás, era difícil creer en mí y en que pudiera cambiar.

A la vuelta vi que tenia que hacer algo. Que tenìa que cambiar de verdad. Por él y sobretodo por mi... Pero llegué tarde.

Crónicas de una locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora