Emilio es un príncipe mitad tritón mitad humano (solo puede convertirse con tan solo decirlo). Conoce a un humano llamado Joaquín y se enamora de él. Emilio tiene un poder que cambiará su vida y la de Joaquín.
La noche estaba demasiado tranquila en aquella playa, no había nadie más que aquellos dos jóvenes que acababan de entregarse al amor, sentados en la arena cubiertos por una sabana blanca. -Fue maravilloso este momento que viví contigo- dijo Emilio con una sonrisa y soltando un suspiro. -Sin duda fue mágico y con ello hemos sellado nuestro amor para siempre- dijo Joaquín también sonriendo-. Te amo. Cruzaron miradas de amor y se abrazaron uniendo más sus cuerpos, Joaquín escondió su rostro en el cuello de Emilio cuando notó algo diferente. -Oye amor- habló-, ¿de dónde sacaste ese collar? En el rato que llevamos aquí no recuerdo habértelo visto porque traías tu luna. -Que raro- dijo mirando su collar y volteó a ver el de Joaquín-. Amor, tú también tienes el mismo collar que yo. Ambos miraban sus collares notando que eran iguales, era la luna con un pequeño sol incrustado, era una fusión de sus collares anteriores.
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-¿Cómo es que sucedió esto?- se preguntaba Joaquín. -Yo se los explicaré chicos- habló desde el cielo la luna y Joaquín se sorprendió al escucharla. -Hola Luna- dijo Emilio y vio la expresión de su novio-. No te asustes Joaquín, la luna tiene comunicación conmigo al igual que con mi familia desde que nací. Luna, te presento a mi novio Joaquín. -Mucho gusto. -El gusto es mío jovencito. Bueno chicos, les explicaré sobre sus collares. Emilio, cuando te expliqué lo de tu poder y que tu vida cambiaría desde ese momento, realmente resultó. Joaquín y tú están destinados a estar juntos. -¿Por qué? -Existe una leyenda que dice que el sol y la luna estaban enamorados pero no podían estar juntos, pero un día el destino los quiso juntos y esto logró formar un hermoso eclipse. Ustedes dos procrearon esa leyenda y ahora Emilio, como te lo dije y no es necesario que lo digas, ahora serás para siempre un humano. Emilio no resistió en abrazar con mucha alegría a Joaquín al escuchar esas palabras de la luna, estaba tan feliz de ser libre, pero aun le preocupaba algo. -Pero... ¿y mi familia?- dijo-. Aun no quiero convertirme por completo en humano, no sin antes expresarles esto a mi familia. -Te entiendo, pero no te preocupes, en el momento que estés listo te transformarás. Bueno chicos, debo retirarme y hagan que su amor logré cambiar al mundo. El silencio se volvió a hacer presente, Emilio estuvo analizando por unos momentos lo que le dijo la luna pero salió de sus pensamientos cuando Joaquín le dio un beso en la mejilla. -Vayamos a casa- le dijo y él asintió. Se vistieron y recogieron las cosas para irse a casa, Emilio realmente pensaba en el tema de su familia. Ya era algo tarde cuando llegaron a casa, enteraron en absoluto silencio ya que Jackie y Renata ya estaban dormidos pero habían logrado llegar al cuarto. Se pusieron sus pijamas y se acostaron. -Gracias por este día maravilloso- dijo Emilio con esa sonrisa. -No es nada, tú ya me sorprendiste una vez y ahora era mi turno- dijo Joaquín-. Oye, ¿y cómo le harás con tu familia? -Pues la verdad, estoy dispuesto a decirles la verdad y lo que realmente siento. Solamente quiero ser libre para estar siempre contigo. -¿De verdad mi amor? -Si mi amor, te prometo que lo haré porque estamos destinados a estar juntos para siempre. -Te amo mi niño. Se dieron un beso y se abrazaron para caer en un profundo sueño.
