Capitulo 29

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Penúltimo capitulo...

Joaquín y Sirius habían llegado al lugar donde estaba Emilio junto con su padre.
-¿Qué haces aquí Joaquín?- preguntó Emilio-. Es peligroso entrar al mar con esta tormenta.
-Es la única manera en que puedo evitar que te vayas- respondió Joaquín.
-Este no es asunto tuyo jovencito, es entre mi hijo y yo- dijo Juan molesto.
-Escucheme, como pareja de su hijo debo defenderlo y es importante que usted lo escuche.
-¿Así que tú eres el que está impidiendo la vida de mi hijo? Él se merece casar con una princesa como Seidy y no con un humano como tú.
-Espera un momento papá, Joaquín no es quién está impidiendo mi vida sino tú y para tu información no todos los príncipes buscan una princesa. Por el simple hecho de que Joaquín sea humano nada me impide amarlo. Es más ni siquiera has notado los collares.
Juan desvió la mirada hacia los cuellos de ambos chicos notando los collares.
-¿Sabes por qué tenemos los mismos collares?- preguntó y Juan negó-. Es porque ambos estamos predestinados y nos entregamos al amor.
-Es que no entiendes hijo, tú sabes lo que es el amor y seguramente este jovencito no.
-Se equivoca señor, yo sé lo que es el amor y no solamente es amar a una persona, también es hacer muchas cosas por el otro. El día que mis padres murieron si mi hermana y yo hubiéramos ido con ellos nosotros tampoco estaríamos vivos, el amor más interesado es el de los padres que dan la vida por sus hijos así como lo hicieron ellos.
-Eso es verdad padre, el amor es hacer sacrificios por el otro, así como lo hizo Joaquín- comenzaron a cristalizarse sus ojos-. Saltó al agua para salvarme.
-Exacto- dijo Joaquín también con los ojos cristalizados-. Es lo que yo haría por Emilio y sé que él lo haría por mí, y eso es porque nos amamos.
Juan recapacitaba esas palabras de los muchachos, unas lágrimas cayeron de los ojos de ellos, al caer al agua, sus collares brillaron con intensidad cubriendo los cuerpos, Juan y Sirius cerraron los ojos por un momento ya que el brillo era intenso. Después de unos segundos el brillo despareció al igual que las nubes oscuras mostrando un cielo azul y soleado.
-Hijo, estás en el agua y ya no tienes tu aleta- dijo Juan con cara de asombro.
-Es cierto amor, tienes tus piernas- dijo Joaquín sonriendo.
-Pero... ¿cómo?- se preguntaba Emilio feliz.
-Muy fácil hermanito- dijo Kiko saliendo del agua junto con Romina y Niurka-. Cuando la luna te dijo que descubrirías tu destino te transformarías, el amor de Joaquín y tú hicieron descubrir que tu verdadero lugar es en el mundo de los humanos.
-Hijo- dijo Juan acercándose-, perdoname por haberte tratado de esa manera, tu hermano tiene razón, realmente perteneces a los humanos pero...
Emilio no contuvo la emoción y se lanzó en brazos de su padre, a Joaquín lo ponía feliz ver que su novio se reconciliara con su padre.
-Papá, eso no significa que olvide a mi familia porque podré continuar viéndolos- dijo Emilio sonriendo.
-Bebé, me siento orgulloso de lo que has logrado y aunque ya es momento de que crezcas siempre serás mi bebé.
-Así será mami.
-Te amamos hermanito- dijeron sus hermanos.
-Y yo a ustedes.
La familia real se unió en un último abrazo antes de despedir al joven.
-Y bien, ¿no nos vas a presentar a tu novio?
-Claro, Joaquín, amor, oficialmente quiero presentarte a mi familia.
-Es un gusto conocerlos al fin.

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Hola guapuras!!! Nada más para decirles que ya mañana es el capitulo final de esta historia, pero se me ocurrió algo y me gustaría saber su respuesta. ¿Quieren capitulo extra y epílogo?

Amor bajo el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora