NARRADOR POV
—Estas son las vitaminas que el joven Kim tendrá que ingerir a diario, tanto para su bienestar como para el desarrollo del bebé—habló el doctor, extendiendo hacia el pelirrosa una pequeña hoja con algunos apuntes. El tema del embarazo de TaeHyung no estaba siendo tocado por los menores; preferían hablar de ello con más calma y en un mejor lugar. Por ahora, intentaban sobrellevarlo como si nada—. Sé que va a cuidarlo muy bien, Park. Lo dejo en sus manos—añadió con una sonrisa. El adulto sabía que JiMin cuidaría perfectamente de su mejor amigo, pues el menor siempre se mostraba atento a lo que sea que le sucediese e iba a visitarlo a diario cuando el castaño estaba aún en coma.
—Claro que sí, doctor Choi—afirmó el pelirrosa con una sonrisa más que alegre. Por fin darían de alta a TaeHyung; ese era más que un simple motivo para celebrar—. Muchísimas gracias por todo—agradeció con una reverencia de noventa grados, demostrándole al mayor el respeto que merecía por ser un gran médico y haber salvado a su TaeTae.
—Le debo totalmente la vida, doctor. Literalmente—bromeó TaeHyung, soltando unas risitas, contagiando a los otros dos presentes, e inclinándose levemente ante el profesional. No podía agacharse más debido al desgaste de sus músculos; estos aún dolían un poco—. Muchas gracias.
—Es mi trabajo, pequeños. No hay de qué—respondió el médico con una gran sonrisa—. Creo que las enfermeras se pondrán un poco tristes al no ver tu guapo rostro a diario, muchacho—rio, avergonzando al castaño, quien escondió su rostro en el cuello del pelirrosa de mejillas redondas, provocando que este riera por lo tierno que fue aquello.
Y, así, después de una ligera y cálida despedida, ambos jóvenes salieron del consultorio médico, dirigiéndose con tranquilidad a la salida de la clínica.
JiMin aún se sentía como en un sueño. Su mejor amigo había abierto los ojos después de tanto, estaba con un humor totalmente agradable, se veía tan feliz aún en el estado en que se encontraba y, algo que lo mantenía todavía fuera de la realidad, no le había echado la culpa de su accidente...
Realmente sentía que no merecía a TaeHyung, una persona tan sincera, amable, cariñosa y... comprensiva...
—¿JiMin-ah?—preguntó el castaño con suavidad al ver al contrario con los ojos aguados—. ¿Por qué lloras?
—No te merezco, TaeHyunnie...—sollozó el mayor—. T-todo esto fue mi culpa... No puedo creer que sigas queriéndome cerca a pesar de todo—agregó, elevando sus manos para cubrir su húmedo rostro, completamente avergonzado por su comportamiento.
TaeHyung enarcó las cejas hacia abajo y mordió su labio inferior. Habían algunas cosas que tendría que hablar con JiMin luego. Nada malo, claro, pero aún sentía que habían un par de sentimientos que debía desfogar con su mejor amigo.
—JiMinnie...—llamó el menor, caminando hasta colocarse delante del pelirrosa, deteniendo sus pasos—. Si crees que debería odiarte, estás completamente equivocado—habló, estirando luego sus manos para acariciar las mejillas del contrario y limpiar sus lágrimas con sus pulgares suavemente.
Pero JiMin se sintió peor cuando, al bajar la mirada, se topó con el redondito e hinchado vientre del castaño, sus labios empezando a temblar.
Cuando TaeHyung se dio cuenta de lo que su mejor amigo observaba con tanto dolor, le sonrió de la forma más pura y lo tomó de la mano, dirigiéndola lentamente a su pancita.
El pelirrosa, rápidamente, abrió los ojos, sorprendido, pero no por la acción del castaño, sino por sentir una pequeña ola en la superficie de su vientre. La sonrisa satisfecha del menor se agrandó cuando vio que había logrado su objetivo.
ESTÁS LEYENDO
911-KookTae
Mystery / ThrillerEl trabajo de un operador de la línea de emergencia es tan sencillo como complicado y confuso a la vez. A veces, puede aumentar tu demencia; a veces, tu paranoia... Tal vez ninguna de las dos, pero sí despertar un instinto extremadamente protector...