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NARRADOR POV

—Sí que estás pesado, TaeHyunnie...—rio JiMin cuando tomó a su mejor amigo en brazos por segunda vez en el día, ayudándolo así a bajar con más rapidez del auto.

—En ningún momento te pedí que me cargaras, Chim—respondió el castaño con un pucherito en los labios—. Además, aún estoy enojado contigo por haberme sacado así de la tienda. ¡Qué vergüenza!—se quejó, soltando un suspiro y tapando su rostro con ambas manos, sintiendo el calor que emanaba de este debido al rubor que se había instalado hace unos segundos.

—Ese chico era un idiota. Definitivamente, no iba a permitir que siguieras escuchando sus comentarios fuera de lugar—bufó el pelirrosa, frunciendo levemente el ceño. Bajó a TaeHyung de sus brazos y sacó unas llaves de su bolsillo, ingresándolas en la cerradura de la puerta de la enorme casa que tenían enfrente.

—JiMin, JungKook no sabe nada acerca de la situación de TaeTae. Él solo intentaba ser amable. Además, bueno, tampoco estaba enterado de su embarazo. Supongo que se sorprendió un poco al ver su estado, pues sabes que, cuando se conocieron, TaeHyunnie no lo estaba...—defendió HoSeok, quien se encontraba siguiendo los pasos de sus amigos desde atrás, a su compañero de trabajo.

Los tres chicos habían llegado por fin al hogar del menor de todos. Necesitaban un descanso después de haber pasado la mayoría del tiempo de los últimos meses en la clínica; aunque, bueno, TaeHyung sí estuvo en esta por tiempo completo, pues debía recuperarse incluso después de despertar.

—Niños, tomen asiento, por favor—pidió Jung cuando entraron a la bonita y espaciosa casa.

—Hyung, ya no somos niños—habló TaeHyung con una sonrisita, sentándose en uno de los sillones del living junto a JiMin.

—Son mis bebés de veintitrés añitos—refutó el pelirrojo, yendo hacia los menores y abrazándolos al mismo tiempo, separándose luego y dejando un pequeño beso en las mejillas de ambos.

—Estos bebés son menores que tú por solo dos años, hyung—dijo burlón el pelirrosa de redonditos cachetes, sonriendo de lado y colocando una de sus piernas sobre la otra mientras pasaba su brazo derecho por los hombros de su mejor amigo.

—Silencio, niño, o te castigo—advirtió HoSeok, riendo levemente. Tomó asiento en un sillón individual frente a los otros dos.

—Bien, bien...—cedió TaeHyung, soltando unas risas—. Por cierto, ¿no está mi casa demasiado limpia y ordenada después de haber estado vacía por tanto tiempo?—inquirió confundido.

—Lo está—contestó el más bajito de los presentes—. Agradécele a HoSeok hyung, pues un día me pidió las llaves para venir y ordenar el lugar para tu regreso—contó.

El castaño formó una adorable "O" con su boquita, sorprendido.

—Muchísimas gracias, hyung—agradeció—. Si fuera por mí, no hubiera hecho nada por arreglar mi chiquero—rio.

—No hay de qué, TaeHyunnie—sonrió—. Pero, a modo de agradecimiento, hay algo que me gustaría que respondas—suspiró el pelirrojo, poniéndose un poco serio de repente, confundiendo al menor.

—Claro, hyung...—aceptó, lamiendo sus labios como reflejo.

—¿Cómo te sientes?—preguntó Jung con la mirada serena, aunque, por dentro, se sentía un tanto ansioso.

JiMin permanecía en silencio, observando y oyendo con mucha atención, esperando la respuesta de su mejor amigo.

El castaño abrió la boca para responder un simple "estoy bien", acompañado de una de sus características sonrisas geométricas. Pero... ¿realmente lo estaba?

911-KookTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora