—TaeHyunnie...Un pelirrosa llamaba en susurros a su mejor amigo, el cual se encontraba profundamente dormido, abrazando una almohada y con un ligero hilo de saliva deslizándose por la comisura de sus labios.
—TaeHyunnie, debo irme ya...
Continuaba murmurando.
El día anterior, después de que ambos mejores amigos llegaran a casa del menor, almorzaron tranquilamente con Jung, el cual tuvo que retirarse luego debido a que le surgieron unos problemitas.
Park se quedó a dormir en casa del castaño, quedando el día siguiente en traer algunas cosas de su hogar para mudarse momentáneamente con él, como habían acordado, y así no dejarlo solo con el estado en el que se encontraba.
Ahora, intentaba hacer que el menor abriera los ojos y le prestara atención para decirle que debía ir a la cafetería en la que trabajaba actualmente, porque, después de todo, era un lunes por la mañana.
—JiMinnie... No quiero ir al trabajo...—se quejó Kim entre sueños, haciendo un pucherito y envolviéndose más con las sábanas blancas.
—Tonto, tú no irás a ningún lado—rio JiMin levemente—. Debo ir ya a la cafetería. Se me ha hecho tarde, es probable que mi jefa me llame la atención—habló con una mueca en sus labios.
—Está bien...—respondió TaeHyung aún adormilado—, pero no tardes. Prepararé el almuerzo en la tarde, así que asegúrate de estar aquí para ese entonces—avisó con una sonrisita.
—Lo que ordenes, my lord—contestó el pelirrosa, acercándose al de tez canela para dejar un pequeño beso sobre su frente—. Cuidate, pequeño, ¿sí?
Y así, Park no tardó en tomar algunas de sus pertenencias para salir corriendo hacia su lugar de trabajo.
En realidad, él también provenía de una familia acomodada, como su mejor amigo. La necesidad de tener un trabajo era nula, pero ambos chicos tenían uno para poseer un orden en sus vidas y no volverse irresponsables. Además, era bonito para ellos hacer lo que más les gustaba.
TaeHyung laboraba como fotógrafo profesional en una agencia muy bonita y reconocida por muchos. JiMin prefería la tranquilidad de preparar bebidas en una cafetería, aunque también ayudaba a su padre a tratar algunas cosas dentro de su empresa. Simple.
HoSeok se había encargado de ir al centro de trabajo del menor para ayudarle a sacar una licencia durante el tiempo que estuvo en la clínica, pero ya faltaba poco para que esta se culmine, por lo que debía ahora ir él personalmente para pedir una nueva o anunciar que estaba listo para continuar con sus deberes.
Después de pensarlo, decidió retomar su labor, pues no le gustaría estar metido en su hogar sin hacer nada. Se aburriría.
—¿Qué hora es...?—abrió sus ojitos, girando su cuerpo y estirando el brazo para alcanzar su celular, el cual estaba sobre la mesita de noche—. ¿Siete a.m.? ¿En serio?
Bueno, tenía un sueño ligero, así que, por más que quisiese, no lograría conciliarlo de nuevo.
Se sentó en la cama, sobando sus ojos y observando a su alrededor. Al fin estaba en casa, se sentía realmente feliz por ello.
—Bien, creo que debería darme un baño para ir al supermercado y comprar cosas para hacer el almuerzo...—susurró para sí mismo—. Podría aprovechar también para pasar por la agencia...—pensó de inmediato.
Y, sí, eso haría. Aprovecharía cada segundo que tuviera desde ahora para volver a retomar la rutina que había dejado por mucho tiempo.
Con una hermosa sonrisa geométrica instalada en su acanelado rostro, se dirigió al baño de su habitación, observando su reflejo en el espejo por unos segundos. Su sonrisa se agrandó cuando visualizó su redondo vientre, acariciándolo con suavidad.
ESTÁS LEYENDO
911-KookTae
Mystery / ThrillerEl trabajo de un operador de la línea de emergencia es tan sencillo como complicado y confuso a la vez. A veces, puede aumentar tu demencia; a veces, tu paranoia... Tal vez ninguna de las dos, pero sí despertar un instinto extremadamente protector...