POV. Nairobi
- Axel...
- ¿M-mamá?
- Vos voy a dejar - Bogotá sale.
Dos grosas lágrimas me drenan el rostro e abro los brazos para uno abrazo y él viene y me abraza fuerte. Lo abrazo fuerte también y aprovecho aquél momento. Nos miramos.
- Tengo tantas preguntas, mamá.
- Lo sé. Sólo quería verte, hijo. Has crescido mucho, Axel - Lo digo emocionada.
Él sonríe. Veo que Helsinki aún está vendo en la puerta emocionado.
- Helsi, ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! Te debo mi vida, cariño.
- No exageraciones. Sólo te ayude - Dice él, modesto cómo siempre.
Yo y Axel aún quedamos mirando Helsi.
- Tal madre, tal hijo - Dice Helsi vendo nuestras similitudes antes de salir.
Nos miramos. Aún siento unas lágrimas de la emoción.
- Tengo de te explicar lo qué pasó, Axel, pero no fue mi culpa. Me tomaron de tí por un error estúpido. - Más lágrimas me drenan por mi cara.
- Nunca me ha arrepientido tanto de algo en mi vida - añadido. - Perdón, Axel. Perdón - Lo digo con mi mano en su pelo.
- Todos cometemos error y te disculpo. Eres mi mamá - Dice Axel.
Me dejo emocionar y más lágrimas me drenan.
- ¿Puedo hacer una pregunta? - Pregunta Axel.
- Por supuesto, cariño.
- ¿Y mi papá?
Sospiro. No es algo que me apetece hablar de eso, pero él tiene todo el derecho de saber. Entonces, lo tengo que hacer.
- Axel, es difícil... La vida de los adultos no es muy fácil e tu papá te dejo. Él es un grande gilipollas. No has idea de lo que él pierde.
Uno silencio se acosta en el salón hará yo romper el hielo.
- Esto no es un local para críos ahora. Estamos haciendo un atraco, pero... ¿quieres ver lo qué está pasando aquí?
- ¡Sí!
- Más al fin del día hablamos mejor para nos conocemos, ¿vale? Quiero conocer mejor mi hijo.
- Claro.
Me levanto y le cojo la mano que él segura y me sigue.
Salimos del salón y lo levo al "despacio" del Palermo para él saber que tenemos uno niño acá en el banco. Entro en el despacio y veo un Palermo sorprendido.
- La madre que me parió. ¿Qué carajo has un crío acá? ¡No tenemos críos rehenes - Dice el argentino con el ojo herido.
- Escucháme, Palermo. Él es Axel, mi hijo. Helsinki lo cogió por mí. Él va quedar acá con nosotros.
Él sospira, derrotado.
- Tenemos es de lo colocar en seguridad siempre - Protesta el argentino.
- Ya lo sé. ¿Puedo lo mostrar algunas de los salón para él ver?
- Con muy cuidado, Nairobi. ¡Me oyes! Com cuidado - Inseste él.
- ¡Sí! ¡Por supuesto! - Concordo con él y Axel sonríe.
Iba a salir y veo Estocolmo con Tokio.
- ¿Él es...? - Preguntan las dos.
- Axel, ellas son Tokio y Estocolmo - Le apresento Tokio y Estocolmo. - Tokio, Estocolmo, él es Axel, mi hijo.
- ¡Hola! - Dicen los tres.
- Él es tan hermoso como la madre - Dicen las dos en unísono.
- Él es muy parecido contigo - Dice Tokio, vendo nuestras similitudes, antes de ir hablar con Palermo.
- ¿Qué quieres ver primero?
- Las armas - Dice él con una sonrisa como igual la mía cuando yo era una niña.
- ¡No! Son muy peligrosas y no te voy mostrar algo así. Perdón. Ya sé. ¿Qué me dices de ver el oro?
- ¡Vamonos!
- La temperatura abajo es muy alta. ¿Llevas más ropa en bajo?
Él confirma.
- Tengo una camiseta.
- Entonces, quitate eso y quedas solo con la camiseta.
Él tira el abrigo y la camisa qué tiene arriba y quéda con la camiseta y me sigue.
Tomemos un elevador y veo Denver allí.
- ¡Holá, mi amor! Él es mi hijo, Axel. Axel, él es Denver. ¿Vas a bajar?
- Sí - Contesta el chico de pelo ondulado.
POV. Axel
- ¿Son novios?
Ellos se rien a las carcajadas.
- No, cariño - Me siento un poco avergonzado. - Yo llamo al todo el mondo "cariño" y "mi amor".
- Vale. No lo sabia.
Ese tal de "Denver" empieza a bromear conmígo.
- ¿Qué tal estás, Axel?
- Bien. Esto es muy grande - Digo admirado con el amño del banco.
Miro la arma que Denver lleva a la citnura y él me mostra la arma sin que mi mama vea y la guarda cuándo mi mama mira nosotros.
Él lleva el dedo a la boca señalando que es uno secreto. ¡Me gusta este tío!
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POV. Axel
Llegamos allá abajo y me siento muriendo de calor.
- ¡Madre mía! ¡Qué calor!
- Te avisé - Dice mi mamá con calor también - Pero anda ver esto. Vas amar.
POV. Nairobi
Creo que él va amar el oro. Le mostro cómo estamos fundiendo el oro y él queda maravillado.
- ¡Wow! ¡Qué guay!
- Anda ver, Axel - Le mostro la carretilla llena de granitos de oro y coloco allá mi mano. - Pruébalo.
Él coloca la mano y me imita.
- Guay...
Él continua hasta Matías se acercar.
- ¿Qué hace un niño acá?
- Es mi hijo.
- Joder - Dice él y Axel queda con una pequeña sonrisa en la cara. - Perdóname el Vocabulario. ¿Tienes cuántos años?
- Nueve años.
- Eres muy valiente para quedarte acá con este calor insoportable.
- Creo el oro tan guay qué ni me ha acuerdado del calor - Dice mi hijo solando.- Lo mejor es volvernos por el calor - Digo.
- Vale. ¿Podemos volver?
- Quizás - Contesto entrando en el elevador y voy le mostrar más del banco.
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La Casa De Papel 4 [ESPAÑOL]
FanfictionEsta es una fanfic de lo qué quiero e creo que puede pasar en la 4 parte. ⚠️¡SPOILER ALERT!⚠️ Lo mejor es terminare la 3 parte antes de leer esta fanfic.