La Casa De Papel 4 [ESPAÑOL]

I

POV. Helsínquia

- ¡Nairobi! ¡NAIROBI! - Miro al redor afligido y veo el plástico de la anatesia. - ¡Chicos! ¡La morfina!

Estocolmo y Bogotá me miran, confusos.

- La morfina debe estar haciendo efecto ahora. Vamos extraer la bala.

- Bien pensado - Dice Bogotá cogiendo el estojo cirúrgico y pega en una pinça, lina y agulla para los dos la extraermos.

- Creo que voy a ver lo que passa - Dice Estocolmo sentidose mal dispuesta y sale.

Yo y Bogotá empezamos a extraer la bala con cuidado.

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Quedo sentado en una silla al lado de Nairobi, esperando que el efecto de la morfina terminar, pues la morfina dura más tiempo.

Miro Nairobi impaciente y con esperanzas que abre los ojos.

Me levanto y coloco el osito de peluche azul en otra silla más leja.

Escuto un gemido de dolores de Nairobi.

- ¡Nairobi!

Con calma, ella abre un poco los ojos.

- Nairobi, ¡estás viva! - Lloro de felicidad.

POV. Nairobi

Abro los ojos confusa y desorientada. ¿Qué coño passó aquí?

- Helsi, ¿qué coño ha passado?

- Has disparadó contra tí y yo quedé muy preocupado.

Levando un poco la cabeza buscando un curativo y miro al redor, empiezo a lembrarme que pasó y siento lágrimas a escoger por mi cara.

- Helsi... ¿Lo he visto? ¿A mi hijo?

Helsinki coloca la mano en la cara y asiente.

- Yo... Yo lo quiero conmigo - Es la única cosa que consigo decir.

- Lo vamos a buscar e ven con nosotros para Argentina - Dice el serbio.

Sonrio al pensar en eso.

- Te juro - Dice Helsi, siendo tierno como siempre, abrazándome. - Ahora descansa que lo necesitas.

- Vale - Contesto, acostada en el sofá pensando.

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Me levanto y voy a dar una voltita y encuentro Palermo.

- Nairobi, ¿estas bien?

- De puta madre.

Él sonríe y contesta.

- Perfecto. Me alegro.

- ¿Qué ha pasado mientras descansaba?

Palermo me explica qué ha pasado con la tanqueta y con el Profesor.

- ¿¡Ha matado a Lisboa!?

- Sí, y el Profesor ha declarado guerra - Cuenta el argentino.

- ¿Quien está a trabajar en el oro? - Pregunto.

- Denver, Bogotá y Matías.

- Yo voy hasta el oro

Noto Palermo vacilar.

- ¿Alguno problema?

- No, pero... Está muy caliente allí en bajo y el curativo puede se sueltar.

- Joder. Tienes razón. Vou vigiar los rehénes.

- Vale. Rio también está allí con Tokio, pero ellos están raros.

- Yo voy hablar con Tokio - Salio y voy vigiar los rehénes.