Positivo. Embarazada.
Joder. Esas malditas palabras se repiten una y otra vez en mi mente y la cara de imbécil del doctor que me felicitaba.
Dios, no puedo estar embarazada ahora. No en este momento. No ahora que Samuel y yo lo hemos dejado.
¿Qué mierda voy a hacer?
Regreso a casa aún en shock, me siento en la cama y me quedo observando a la nada.
Embarazada.
Llevo una vida en mi interior.
¿Cómo pude ser tan descuidada? Yo siempre he sido muy precavida.
La idea de deshacerme de la criatura pasa por mi cabeza, pero la ignoro. No sería capaz de hacerlo. No a un bebé que aunque no ha sido planeado ni esperado, si fue hecho con amor.
Mi móvil suena.
-Hola, Carla –él. Su voz. Joder– por favor no me cortes la llamada. Necesito verte, necesitamos hablar –suplica.
-Yo también necesito que hablemos –digo casi en un susurro– ¿puedo ir a tu casa?
-Sí, mi madre no regresa sino hasta la media noche, así que podremos hablar con tranquilidad.
-Vale, ya mismo nos vemos –corto la llamada.
Pido un auto que llega en menos de cinco minutos. Le doy las indicaciones y no pasa mucho tiempo cuando se estaciona frente a la casa de Samuel. Me bajo del auto después de pagar y toco la puerta. Samuel abre y nos miramos sin saber muy bien qué decir.
Él se hace a un lado y me deja pasar. Quiere abrazarme, pero se está conteniendo, lo sé, lo conozco.Caminamos en silencio y nos sentamos en el sillón. Nuestras miradas chocan y sé que estamos pensando lo mismo. Todas las veces que hicimos el amor hasta quedar agotados, todas las veces que nuestros cuerpos se fundieron al igual que nuestras almas.
-Carla, yo –comienza a decir– yo te amo –concluye y lo miro con ojos como platos– y me está costando como la mierda vivir sin ti.
Mis ojos se llenan de lágrimas
-Joder, insúltame, pégame, pero por favor no llores –se levanta de un salto y se acerca a mí. Me abraza y me aferro a él como si mi vida dependiese de ello. Lloro hasta que saco todo lo que llevo guardando en mi alma y al final, él termina llorando conmigo.
-Creo que tu amor por mí se va a esfumar con lo que debo decirte –digo alejándome un poco de él y secando mis lágrimas. Samuel me mira con impaciencia– estoy embarazada –suelto de golpe y poco a poco lo veo perder todo el color.
-¿Qué has dicho? –me mira con los ojos fuera de órbitas.
-Que estoy embarazada –repito y siento que estoy a punto de vomitar.
Samuel agarra mi rostro y me besa con toda la ternura y el amor del mundo. Ambos estamos temblando, por lo que nuestros labios rozan torpemente.
-No quiero que os preocupéis por nada –musita y besa mi frente– no lo esperábamos, no es la mejor edad, pero ya está aquí y yo os juro que haré y daré lo mejor de mí para que ambos estéis bien.
-¿No vas a irte? –pregunto aún con miedo.
-¿Pero qué coño dices? –sube el tono de voz y luego recapacita– perdón mi amor, papi no quería reaccionar como un energúmeno –le habla a mi vientre aún plano– claro que no pienso irme, yo te amo y joder, estoy cagadísimo, pero es mi hijo, nuestro hijo que es inocente de todo y no pienso dejaros solos. Los protegeré incluso con mi vida.
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One Shots - Carmuel/ITZER
FanfictionPequeñas historias de Carla y Samuel (Carmuel) o de Itzan y Ester (Itzer)