Lo miro fijamente mientras me muerdo el labio.
Joder, qué bien le queda el uniforme del colegio. Parece que mi mirada le llega porque me ve fijamente antes de seguir su camino.
Él sabe lo que está haciendo, él sabe cómo me pone cuando se hace el duro.Junto mis piernas un poco más, como si eso pudiera disipar la deliciosa humedad que empieza a mojar mis bragas –gimo casi inaudiblemente– él es tan adictivo como una droga. Sus manos, su pelo, su cuerpo, su polla y cómo la usa conmigo. Me pone en todas las posiciones, lo hemos hecho en tantos lados –cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás. Mis pezones ahora erectos rozan con la tela del brassier.
Suspiro. No sé qué me pasa hoy, pero mis hormonas me tienen más caliente que nunca. Jamás me había sentido así por nadie.
Por fin suena la maldita campana. Joder, este día se me ha hecho eterno. Samuel y yo todo el día tentándonos en silencio. Comiéndonos con la mirada, provocándonos.
Salgo del aula y voy caminando por el pasillo en dirección a la salida. Tomo mi celular para enviarle un mensaje al causante de mi excitación cuando alguien me toma del brazo y me tapa los ojos. Inmediatamente mi piel se eriza. Sé que es él, puedo reconocer su tacto y su aroma. Mis pezones se erectan más haciendo que me parezca una tortura traer el sujetador puesto.
-¿A dónde vamos? –le pregunto mientras mi coño palpita expectante. Samuel coloca mi mano en su entrepierna. Joder, está durísimo. Gimo y él me besa el cuello.
-Tú solo sígueme –me da un beso corto y luego me toma la mano guiándome a no sé dónde.
Llegamos al laboratorio de química y miro a Samuel como si se hubiera vuelto loco.
-Joder que nos van a descubrir aquí Samuel. ¿Te has vuelto loco? –Samuel me pega contra la ventana mientras roza su polla dura en mi culo. Gemimos y me besa en el cuello.
-Este es el único lugar del colegio que aún no tiene cámaras. Además, ¿no te pone el que nos puedan encontrar? –muerde el lóbulo de mi oreja– porque a mí me pone muy cachondo –dice mientras su mano baja a mis bragas– no podemos hacer ruido –susurra y asiento como puedo.
A la mierda todo, yo solo quiero que me folle, no me importa que sea en este laboratorio.
Samuel introduce dos dedos en mi coño. Joder, cada vez se siente mejor que la anterior. Con el pulgar me acaricia el clítoris al mismo tiempo que me folla con sus otros dos dedos. Con una mano me sostengo de la pared y la otra baja hacia la entrepierna de Samuel. Aprieto su polla y él gime y se detiene un momento.
-No te detengas –le reprocho de una forma casi inaudible.
-Joder, si me sigues tocando que no voy a aguantar mucho. Puta madre, me voy a correr –retira mi mano y antes de que pudiera volver a tocarme, lo empujo contra la pared y le bajo la cremallera. Lo miro con los ojos brillantes por el deseo y seguramente con las pupilas dilatadas. Samuel respira con dificultad y por su cara cruzan muchas emociones al tiempo.
Saco su polla que saltó como dando las gracias por ser liberada. Samuel se recuesta contra la pared mientras me acaricia el cabello. Empiezo a masajear el falo desde abajo y voy subiendo de la forma en que a él le gusta y me detengo un poco más en el glande. Lo aprieto y lo escucho maldecir en voz baja.
-Joder –alcanza a mascullar antes de perder el sentido cuando meto su polla en mi boca.
Empiezo a chuparlo como si fuera un caramelo. Samuel maldice y gime de una manera tan sexy que hace palpitar mi coño. Con mi otra mano, empiezo a masajear sus testículos incrementando el placer de él.
La respiración de Samuel se acelera y sé que está a punto de correrse.
-Carla –musita con la voz una voz tan ronca que me hace gemir.
Sigo chupando, lamiendo y succionando y no me detengo hasta que me he tragado hasta la última gota de su semen. Nos miramos y puedo ver el fuego en su mirada, ¡Dios, he despertado a la bestia! Lo observo con malicia y él me sonríe con ternura antes de apresar mi boca en un beso que casi me hace ver las estrellas.
Nuestras lenguas chocan y se enredan creando una fricción que se siente directamente en nuestros sexos.
Samuel me empuja contra la ventana. Desabrocha los botones de la camisa y acaricia mis tetas como sabe que me gusta. Lame mi cuello y me hace suplicarle.
-Fóllame –le exijo– cógeme muy fuerte que ya no puedo soportar más.
Samuel me embiste de una estocada y me muerdo un dedo para no gritar ¡Sí!
Empieza a entrar y salir de mi húmedo y resbaladizo interior con fuerza y rapidez. Cada vez se siente mejor.
Cambiamos de posición y ahora me folla mientras nos miramos a los ojos. Lo agarro del cabello y tiro de él hacia mí para comerle la boca. Nuestros dientes chocan, nuestras lenguas se buscan como imanes y nuestros sexos se acoplan el uno al otro.
Samuel empieza a acariciar mi clítoris con sus expertos dedos y no puedo evitar el gemido que sale de mis labios.
-Samuh –gimo y vuelvo a besarlo– oh sí, fóllame más.
Samuel alza una de mis piernas y ahora sus embestidas son más profundas, haciendo que mi coño se contraiga alrededor de su pene y ambos gemimos. Su polla es tan enorme y gruesa que se siente delicioso y más la manera tan sensual que tiene para follarme.
-Ah –decimos al unísono mientras entrelazamos nuestras manos.
-Te amo –me dice y era el empujón que necesitaba para poder dejarme ir y ver las estrellas. En seguida siento los chorros calientes de semen llenar mi interior.
Nos fundimos en un abrazo. Pegamos nuestras frentes esperando a que nuestras respiraciones se normalicen.
-Yo también te amo –le digo y le doy un corto beso en los labios que nos hace sonreír a los dos.
Nos acomodamos los uniformes y nos fijamos que no queden pruebas de lo que hicimos. Le tomo la mano y lo atraigo hacia mí para besarlo como se debe, sintiendo miles de cosas en mi interior.
Ambos empezamos a excitarnos de nuevo y nos separamos para echarnos a reír.
-Pero qué cachondo estás hoy nene –Samuel sonríe de medio lado y se pega a mí. Cuando menos lo espero, introduce dos dedos en mi coño haciéndome gemir y siente lo caliente que estoy por él.
-Y tú otra vez estás muy excitada –exclama.
-Solo por ti –le guiño un ojo y volvemos a besarnos– ¿nos vemos esta noche?
-Macarrones, una película cursi y tú –sonríe. Me pasa su brazo por la cintura– no puedo imaginar un mejor plan.
Reímos y nos besamos.
Samuel mira antes de salir del aula. Extiende su mano hacia mí y vamos andando abrazados como lo describen en las mejores películas de amor. Es que solo con él puedo ser yo y él ha llenado mi vida de todo el cariño que siempre me faltó. Él dice que yo soy la luz de sus ojos, el verde de su corazón y él; él es mi amor.
-Te amo con todo y macarrones –decimos al mismo tiempo, nos besamos y luego cada quién toma su camino, sabiendo que como todas las noches, los volveremos a juntar.
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¿Qué tal chic@s?
Fantasías será una serie de relatos HOT divididos en diversas fantasías sexuales con Carmuel. Basadas en ideas mías y de otros fans.
Espero que les guste
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One Shots - Carmuel/ITZER
FanfictionPequeñas historias de Carla y Samuel (Carmuel) o de Itzan y Ester (Itzer)