Capítulo 19

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La mano de Minho no soltó nunca la mía en todo el momento en que nos devolvimos al auto. Ni siquiera cuando su celular comenzó a sonar sin parar. Y tampoco para cuando la lluvia nos había caído en pleno cementerio. Empapando mi ropa y la de él.

Mojando también la tumba de mi Jinki, la cual, ahora para mí no será un secreto ante mis ojos. Y podre al fin, venir a verle como me lo habían prohibido.

Tampoco se veía preocupado del hecho de que me ha raptado de mi boda con Young Soo. Y para ser sinceros, no tengo ni la menor idea de que voy a hacer ahora con él.


O conmigo.


Pero lo único que estaba seguro ahora, era que íbamos en camino a la casa de Minho. Y lo sabía porque al lado de su casa estaba la de mis Hyunes.


Al bajarme pensé en que podía ir a verles, decirle lo mucho que lo sentía y lo mucho que los había necesitado. Pero Minho me detuvo antes de bajarme, pidiéndome que, por favor, fuera después a verles.

Sin entenderlo mucho, asentí y me bajé solo para ir a la puerta de su casa. Entrando después de él, y sintiendo un cálido calor que me hacía notar que mi ropa de verdad estaba más empapada de lo que pensé. –

- Debí haber ido a buscar mis cosas. No tengo nada para cambiarme, y estoy mojado hasta los huesos. –dije mientras me quitaba la chaqueta. –

Pero mis palabras fueron nada cuando note que, Choi Minho se estaba quitando la ropa frente a mí para simplemente quedar en bóxer. Sintiendo mis mejillas acaloradas y dejando que mis nervios se notaran con el hecho de que estaba buscando la manilla en la puerta, dándole la espalda para no verle. –

No quería verlo así. Al menos no aún.

No sé si estoy listo.

- Es mejor si voy por mis cosas. – Mis manos nerviosas me traicionaron cuando sentí que Minho se ponía detrás de mi deteniéndome. Tomando de mis manos para poder girarme y poder hacer que le mirase mejor.

Besándome de nuevo y dejando que mis nervios siguieran correspondiendo sus labios. Mientras sentía como sus manos iban a los botones de mi camisa. –

- Minho, espera... necesito ir por mi ropa.

- No necesitas ropa aquí. – dijo mientras comenzaba a quitar mi ropa sin mi ayuda.

No podía evitar decir que no quería esto. Después de todo este tiempo, siempre pensé en él, y siempre pensé que jamás podría volver a sentir sus besos y mucho menos...


Había recordado lo mucho que amaba a Choi Minho.

Y lo amaba a él y solo a él.

Con sus actitudes de niño y el hecho de ser impulsivo.


- Va... vamos a la cama. – dije tartamudeando un poco. –

Minho debió de hacerse cargo en llevarme a su cuarto, pues a pesar de que deseaba esto. No podía ni moverme de los nervios que este me hacía sentir.


¿Desde cuándo Minho podía actuar de esta manera?

¿Desde cuándo yo me sentía pequeño con él?

Mis nervios me traicionan.


Al llegar a su habitación, me ayudo con las ultimas prendas húmedas que tenía sobre mí. Pero le detuve al momento de quitarme la camisa, que era lo último que tenía puesto sobre mí. –

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