Capítulo 9.-

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"Del polvo eres y al polvo volverás."




- Señor. – el secretario personal de Lee, había llegado a la puerta de la oficina del mayor de los nietos de aquella familia. –

- Dime. – demando Lee Young Soo, concentrándose en los papeles. –

- Debo avisarle sobre el fallecimiento del señorito Jinki, su hermano. -

- ¿Qué? – aquel chico, se levantó rápidamente de su asiento. - ¿Jinki?

- Nos acaban de avisar del hospital central. –

Aquel chico. El mayor de los herederos de la familia, corrió a su auto para ir en camino a donde su hermano menor estaba. Donde seguramente su prometido estaba también. Más que saber que había pasado con su hermanastro, necesitaba saber que estaba pasando por las lágrimas del chico que le llamaba la atención. Aquel que desde ese día, no había dejado de llorar, más cuando la mujer de cabellos canosos, cabeza de la gran familia que lo había alejado de su propia madre y a quien estaba obligado a llamar abuela; había hecho todo lo posible por que Lee Taemin sufriera todo lo que había estado junto a Jinki. Desde no dejarle ver la tumba de su prometido, hasta amenazarlo con dañar a sus amigos.

Si no fuera porque Jinki dejo un seguro de vida para él.

Taemin ya estaría en la calle.

De todas formas yo quería protegerlo de todo eso. Pero solo he recibido el rechazo de su amor. El jamás entendió que me necesitaba. El jamás...

- Señor. – su secretario personal, había llegado a la puerta de la oficina. Donde estaba mirando por la gran ventana. –

- Dime. – dijo sin mirarlo. -

- Debo avisarle sobre el fallecimiento de la madre de Choi Minho. –

- ¿Por qué fue? –

- Causas naturales. El cáncer que ella tenía causo un paro cardiaco mientras dormía. –

- Está bien. por favor, Ve los preparativos del funeral.

- ¿debo dar aviso a...?

- No, solo hazlo anónimamente. Taemin jamás entendería.

- Pero usted. –

- Tranquilo. Aun si trate de amenazar a Minho con su madre, jamás le hubiera hecho daño. Se lo que es perder a una madre. –





~☆~☆~☆~






Es invierno.

Creo que es el invierno más frío que hemos pasado.

Y a este paso Minho cojera un resfriado. La lluvia cae sobre él y a él parece no importarle. Hace días que nada parece importarle. Choi Minho está apagado desde que su madre murió hace unos días. No ha hablado mucho y no ha comido. Ni siquiera le agrega el hecho de que yo estoy con él. No ha reaccionado a nada.

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