Capítulo 11

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Dos semana después...

Las cosas entre Liam y Luke iban viendo en popa; siempre iban tomados de las manos, salían todos los días por las tardes y chateaban o llamaban por teléfono cuando estaban apartados. Sin contar que Liam iba a todos los entrenamientos para verlo jugar y apoyarlo, cosa que justo ahora iba a hacer.

Recién llegaba a las canchas y fácilmente pudo divisar a su pretendiente, estirandose. Planchó su falda con ambas manos para deshacer cualquier arruga y se sentó en la primera fila de las graderías.

Apenas el rubio se reincorporó pudo divisar a cierto chico castaño sentado como buen expectador que era. Sonrió ampliamente, ya ni siquiera necesitaba pedirle a a Liam que fuera a verlo, el ojimarrón lo hacía gustoso. Sin pensarlo mucho, corrió hasta la malla metálica que rodeaba la cancha.
—Hola, pequeño —saludó sonriente—. No sabes lo mucho que me inspira que vengas a verme jugar.

—Hola, Lu —¿Quién dice que vengo a verte a ti? —preguntó juguetón— yo solo vengo a apoyar al equipo.

El rubio fingió sentirse ofendido con un puchero.
—¿Solo a eso?

—Mmh... Pues también al guapo centro campista.

Luke le dio una mirada fugaz al chico que Liam mencionó.
—¿Dennis? —rió—. Por Dios, míralo. Esa abultada barriga es a causa de las cervezas. Tú debes salir con un chico mejor, no con ese ebrio.

—Oye, no seas malo —dijo riendo—. Además ¿Quién podría ser ese "chico"?

Sonrió de lado con un encogimiento de hombros.
—No lo sé... Tal vez podría ser yo —Dicho esto, se quitó la camisa dejando al desnudo su bien trabajado torso.

—Pues si, es una opción —fingiendo pensar—... Una muy buena opción —añadió, mordiendose el labio inferior y viendo el abdomen marcado del rubio.

—Quizás así reconsideres a qué vienes a los entrenamientos —Le guiñó un ojo—. ¿Puedes cuidarmela? —pidió, pasándole la camisa por sobre la cerca de malla.

—Claro, yo te la cuido —dijo, tomando la prenda y sosteniendola pegada a su pecho—. Uuh... ¿Suerte? —habló con una pequeña sonrisa.

—Tengo toda la del universo cuando tú estás cerca —dijo, mirándolo maravillado—. Eres como mi amuleto de la suerte, Liam.

—En ese caso, vendré a todos tus partidos —manifestó coqueto.

—Espero que lo hagas —Cuando el entrenador hizo sonar el silbato, Hemmings suspiró—. Bueno, debo ir a entrenar, pero te espero aquí para llevarte a tu casa, ¿no?

—Sí, acá estaré observando tu entrenamiento —afirmó, acomodándose mejor en su asiento.

—Bueno —Le regaló un última sonrisa antes de alejarse trotando.

Zayn y Louis estaban tomando sys posiciones en la cancha cuando el primero notó que Hemmings no llevaba camisa. Su vista fue automáticamente hacia las graderías, y como se lo esperaba, Liam estaba allí sentado con lo que parecía ser la camisa del rubio en las manos.
Sintió como los celos subí... No, el enojo de que... Umm... Como sea. Se sintió muy molesto.
—¿Qué le ocurre a ese idiota? —gruñó en dirección a su mejor amigo—. ¿Acaso cree que estamos aquí para exhibirnos?

Louis puso su atención en el moreno y miró en la dirección de Luke.
—Pues... Creo que quiere impresionar a tu hermastro, y lo está logrando —Comento burlón— además... uff, creo que Hemmings se puso en forma.

Malik prácticamente lo asesinó con la mirada. Rió burlón.
—¿A eso le llamas estar en forma? Tan solo tiene el abdomen ligeramente marcado, no es nada especial, su cuerpo es tan común. Te apuesto a que si Liam me vier-... —Se hizo callar cuando una idea vino a su mente—. ¿Sabes qué? Me da igual. Que se siga pavoneando todo lo que quiera... Al final yo siempre lo superaré —Dicho esto, se alejó a grandes zancadas con una enorme sonrisa.

Bad Stepbrother || ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora