Sello De Sangre

Prefacio

Prefacio

Hace muchos años, más de los que cualquiera pudiera recordar, nació una mujer la cual estaba destinada a ser la criatura digna para dar el origen a un nuevo tipo de ser en nuestro mundo, era ágil, fuerte, fiel pero sobre todo tenía un corazón capaz de amar a los suyos como a los desconocidos. Aquel amor estaba dispuesto y dirigido por muchos años a un mismo hombre, el cual por una horrible tragedia lentamente fue perdiendo la cordura hasta que el único destino fue la muerte.

Pero aquella mujer no estaba dispuesta a que su amor fuera olvidado y mucho menos que solo se perdiera como los recuerdos por culpa del tiempo, así fue como con todas sus fuerzas encargo a todos sus hijos seguir y cuidar de su linaje, llevar correctamente el don que se les había otorgado, llevándolo con orgullo pero nunca abusando de este; al contrario y con el conocimiento de sólo unos pocos reunió a un grupo de humanos para que detuvieran a todos aquellos que no cumplieran con lo establecido entregando su fuerza para crear las armas que terminarían con aquellas criaturas nacidas de la codicia y la maldad.

Ante este sacrificio la luna le otorgó a su linaje una protección: todos aquellos que tuvieran la oportunidad de amar solo debían esperar el destello de la luna sangrienta y con el intercambio de la sangre haría que los caminos de estos seres se unieran, fortaleciendo su cercanía y amor, debilitando el odio y la distancia. Rompiendo cualquier barrera que pudiera existir para que sintieran aquel amor que aquella mujer pudo alguna vez sentir. Un amor fuerte, desesperado y justo.

Pero el tiempo borro estos recuerdos, los hijos de esta mujer desaparecieron en un mundo lleno de gente necesitada de poder, ambiciosas y mentirosas, instituciones fueron creadas bajo la declaración de proteger aunque sus fines más bien eran controlar y el poder de la luna se olvidó, de la misma forma que el mundo olvido lo que era aquel amor.

Aunque en la actualidad la gente aun dice amar, son muy pocos los capaces de hacerlo, solo unos pocos pueden demostrarlos con grandes actos y muchos menos son compensados.