ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔠𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬

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-¡Stella! Aléjate de la ventana- Ordenó el señor Park. La chica obediente suspiró, dándole un último vistazo a la negrura de la noche.

-Estoy segura de que regresará pronto, le aterra la oscuridad. De hecho, cuando era un niño, eso le hacía mojar sus pantalones ¿Te acuerdas, cariño?- La señora Choi tomó un trago de su taza de té, intentando por todos los medios aligerar el mal ambiente que había en el cuarto.

Stella cerró los ojos, controlando los impulsos de mandar a la mierda a los invitados. Ella no quería que Siwon volviera, no le interesaba ese maricón.

Tocaron la puerta y esta se abrió, dejando ver al Lord Han con una sonrisa lo suficientemente socarrona que hizo suspirar a la chica.

-Estimado Lord, espero que la habitación le agrade- Habló el señor Park, tomando su taza con la mano.

-Gracias, son excelentes anfitriones- Habló el hombre, acercándose lentamente al grupo- Por eso me apena tanto ser el portador de tan malas noticias- Siguió, girándose para hacerle una señal al hombre de detrás, permitiéndole que entrara.

Era el hombre de las noticias.

-¿Podría repetir las últimas noticias de la noche?- Pidió el Lord.

-¡Atención, atención! ¡Esta noche se vio a Choi Siwon en el puente en brazos de un misterioso hombre! ¡El enigmático pálido y el joven Choi desaparecieron en la noche! Reporte del clima, lluvias aisla...- Definitivamente no había un alma en ese cuarto que no estuviese terriblemente aturdida, de eso seguro.

-¡Ya basta! Eso es suficiente- Espetó Hangeng, señalando la puerta para que el servidor se retirara.

-¿En brazos de un hombre misterioso? ¡Siwon ni siquiera patea para ese lado!- Habló la señora Choi, exasperada.

-O eso les hizo creer- Murmuró el Lord Hang, dirigiéndose hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Se giró, tomándola del picaporte, y observó a Stella- Llámenme si puedo ayudarlos en otra cosa- Añadió, cerrándola, dejándolos en incómodo silencio.

-¡Santo cielo! ¿Qué haremos?- Chilló la Sra Choi, tapándose el rostro con ambas manos, al borde de un fingido ataque de nervios.

-¡Chaerin! ¡Mi escopeta!- Gritó el hombre, levantándose bruscamente del sofá, a punto de matar a la pareja Choi con sus propias manos si su arma no tenía balas.

-¡Cariño! ¡Haz algo!- Rogó la Sra. Choi, aferrándose a la manga del vendedor de pescado.

-Seguramente sea un invento del hombre, ya sabe como es, necesitan algo para llamar la atención- Explicó el señor Choi, tomando la escopeta que traía la pobre mucama, evitando siquiera que el propio dueño pusiera sus manos sobre ella.

-¡Sea como sea! Nos quedamos sin novio para la boda de mañana- El señor Choi se giró, respirando profundamente, tratando de mantenerse al margen- No quiero ni pensar en las repercusiones económicas que esto traerá- Susurró, tragando con fuerza.

-Esta es una terrible ofensa para nosotros- Habló la sra Park, tomando la escopeta de las manos de su esposo para colgarla sobre la chimenea.

-¡Permítanos buscarlo! Por favor, denos hasta el amanecer- Rogó la señora Choi, encaminándose hacia la puerta.

Stella, quien había quedado perdidamente embodada ante los ojos del Lord Hangeng, reaccionó, presa del pánico.
No, no quería casarse con Siwon.

-Bien, hasta entonces- Acordó el señor Park señalando la puerta para que los invitados se largaran.

Nada más la pareja Choi salió, corriendo desesperadamente, Stella se acercó a sus padres lentamente, tomando el brazo de su padre.

-Quizás, si mi prometido no regresa, podríamos tomar en cuenta al Lord Hang como mi pareja- Sugirió, poniendo sus mejores ojos de inocente.

Los señores Park se miraron, intercambiando sonrisas satisfechas.

[...]

-¡Siwon! ¿Dónde estás, Siwonnie?- Gritaba el novio, corriendo por los pasillos de aquella muerta ciudad.

-Yo creo que tu novio se ocultó porque está nervioso, Heechul- Susurró alguien, detrás suyo, y se obligó a ahogar un grito cuando su amigo apareció, a su lado, sonriente.

-No es mi novio, Changmin,  es mi esposo- Susurró Heechul, jugando con el anillo en su dedo- ¡Siwonnie! ¡¿Dónde estás!?

Siwon salió de detrás de una de las estatuas antes de salir corriendo, consiguiendo llamar la atención del otro chico.

-¡Ahí está! ¡Síguelo!- Grito, señalándolo mientras tiraba de la manga del novio.

Heechul echó a correr tras él, siguiendo las indicaciones de las manos que se encontraban en exposición.

Siwon por su parte ya no sabía a dónde huir, quedando rodeado de un sin fin de ataúdes. Definitivamente estaba acabado, y oía los gritos de su "esposo" a metros suyos, a punto de encontrarlo.
Se metió en uno, fingiendo estar muerto, y la paz recorrió su cuerpo al oir al muerto gritar cada vez más a lo lejos.

-¿De quién te escondes, Siwon?- Un hombre salió de entre los ataúdes, con facciones que él a penas pudo reconocer.

-¿Siwon?- El novio se giró, viéndolo con una tímida sonrisa, y el chico inhaló profundamente antes de empujar al cadáver y salir corriendo hacia otra parte.

Era horrible, asqueroso, cadáveres sin cabeza, partidos ala mitad, no había dónde huir, y cuando quiso darse cuenta ya se encontraba en un callejón sin salida, oyendo al novio muy, demasiado, cerca.

Trepó, haciendo un sobreesfuerzo, rasgando sus ropas, para llegar a lo alto de aquel muro y seguir con su huida, mas el horror lo tragó entero cuando se aferró a un pie y al levantar la mirada reconoció a su "esposo".

-Siwonnie, deberías usar las escaleras, te puedes lastimar- Susurró el chico, tomándole de la mano, ayudándolo a subir.

Cadaver del novio - Sichul (Adaptación )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora