- Con que es verdad que me conoces! - pasó a mi lado sin esperar a que le de lugar. - De donde? - se hizo oir desde el interior.
- SeungKwan, es un gran amigo.
- Y dueño del Kairos.
- Si, tecnicamente no nos conocemos, pero te vi muchas veces detrás de la barra.
- Perdón pero no recuerdo haberte servido nada.
- Te acordarias si lo hubieses hecho, pero no lo hiciste. - apoye los brazos en el respaldo de una silla y lo mire, no sabia lo que esperaba exactamente. - Que queres tomar? - y en ese momento no supe si era alguien que se reía por todo o si estaba realmente nervioso, y me intrigaba saber cual de las dos opciones era correcta.
- Hace años que pregunto eso, asi que nunca suena del todo serio cuando alguien me lo pregunta a mi y por mucho que odie a los que no responden rápido yo nunca se que es lo que quiero.
- Eso no es nada bueno...
- De tomar, nunca se que es lo que quiero tomar! - de verdad que podía ser adorable.
- Claro! Vino, te parece bien?
- Si, blanco?
- Dulce. Podes salir por la puerta de entrada, rodeas la casa y vas a encontrar un lugar para sentarte, es el único que hay y si seguís la forma de la casa no te podes perder, espera ahí que preparo las cosas.
Lo vi salir y por alguna razón me sentí aliviado de que sea el, al menos parecía que podríamos llegar a pasar un buen rato hablando.
Digamos que ese día tenía ganas de jugar, algo asi como un juego romántico, como una luna de miel para dos desconocidos; podía amarlo con cada célula de mi cuerpo ese día,
declararle eternidad con cada caricia, prometerle mi alma en cada mirada,
pero la noche se evaporaría cómo el rocío y al pasar por la puerta solo sería un desconocido más, uno al que le prometí tantas mentiras como suspiros arrancados en una noche que jamás olvidará.
Un juego, solo eso, y los juegos siempre terminan.
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Innocent Lover: Start The Game {MOSHI} Terminada ✓
Fiksi PenggemarxMini Historia ⚠️+18⚠️ Ahora puedo amarlo con cada célula de mi cuerpo, declararle eternidad con cada caricia, prometerle mi alma en cada mirada. Pero la noche se irá, y al pasar el umbral, solo será un desconocido más, uno al que le prometí mentira...