Solo quedamos Alizbeth y yo en la calle. Me fijo en su nuevo corte de cabello y de pronto siento sus labios en los míos. Luego el chasquido de la puerta cerrándose tras de mi. Nos quedamos en silencio, escuchando algunos cohetillos. Mirándola contemplo el brillo exagerado en sus labios a la luz de los faroles.Me aparto lentamente y lo suficientemente lejos para que no intente otra movida:
—Ali —Le hablo, un tanto ausente. —Somos amigos, no quiero líos románticos ni de otro tipo...
—Shh —musita, cubriendo mi boca con su mano. —Solamente quería darte un beso.
Me abraza fuertemente, y me despide:
—Feliz Navidad.Sin más palabras, entro a casa sintiéndome un tanto avergonzado, sin embargo lo tengo más claro ahora. Tengo una punzada de ilusión en mi interior, el destello de un llamita donde aparece Nancy.
***
El año toca su fin, el aire frío se cuela por las noches en medio de las calles de mi barrio. Ahí caminamos con Taty; llevándola de regreso a su casa luego de las reuniones en la iglesia. No logro tener el suficiente valor de decirle cuánto me gusta estar a su lado. Cuando estoy frente a su casa, echo un vistazo alrededor con la intención de saberme sólo junto a ella y besarla, sin mediar palabra. He intentado darle un beso en la mejilla y, tras una duda, mejor me marcho.
Atrás quedaron los últimos días del año y las indecisiones de las cuales soy presa fácil. Salgo rumbo al colegio dirigiéndome calle arriba para evitar pasar frente a la casa de Ali y toparme con ella. Al menos ésa decisión ha sido firme y he podido ver las cosas con otros ojos éstas semanas transcurridas. Cada día que pasa, Nancy y yo pasamos mas tiempo juntos, pareciera ser el aviso de que estoy un paso mas cerca de lo que he esperado durante semanas.
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Pistilo
RomanceLa siguiente historia es un relato sin pies ni cabeza. Narraciones cotidianas con pinceladas inverosímiles que no te dejarán indiferente. © Todos los derechos reservados